Después de 6 meses de lactancia materna exclusiva, hace un mes largo ya, llego el momento de lanzarnos a la alimentación complementaria. Cumplimentar esa lactancia con otros sabores y nutrientes.

Desde el minuto uno tuvimos claro que se trataba de una alimentación complementaria y no sustitutiva. Es decir, la leche iba a seguir siendo su principal alimento e íbamos a ir probando otros sabores que no eran necesariamente imprescindibles para ella.

La introducción de nuevos alimentos a los 6 meses, según diferentes expertos, se trata más de un proceso que ayuda a la adaptación del bebé a nuevas texturas y diferentes sabores, que una necesidad de nutrientes latente.

Antes de empezar, dudamos entre poner en práctica el famoso BLW u optar por las tradicionales papillas. Para quien no conozca este método (baby led weaning), a grandes rasgos, consiste en introducir la alimentación complementaria mediante trozos enteros de alimentos (verduras cocidas, frutas, pasta…). El bebé es el que coge los alimentos con las manos y gestiona la ingesta.

Como os decía, estuvimos debatiendo sobre uno u otro método. A mí el BLW me llamaba mucho la atención y estaba dispuesta a ponerlo en práctica, pero finalmente optamos por las tradicionales papillas. Quizá no encontré el apoyo suficiente, quizá algunos miedos pesaron más que los beneficios del BLW, pero de momento (y digo de momento) hemos aparcado “los trozos” para utilizar los purés y papillas.

Tal y como os contaba, hasta los 6 meses Olivia solo había probado la leche materna, así que para hacer la introducción de los cereales, la primera semana lo hicimos con cereales sin gluten y después empezamos a utilizar con gluten. La pediatra nos recomendó hacerlo así y así lo hicimos. No tuvimos ningún problema con ninguno de los dos, Olivia siempre se los ha tomado fenomenal desde el primer momento. Con respecto a los cereales que utilizamos en nuestra alimentación complementaria, después de investigar, leer y comparar nos decidimos por utilizar los Multicereales SOLO 100% ecológicos de Hero Baby. Valoramos utilizar la marca Hollie o Hipp, pero elegimos los de Hero sobre todo, porque teniendo características similares, son más fáciles de encontrar en supermercados e hipermercados (nosotros los encontramos en Carrefour y Ahorramás).

Con respecto a las verduras, tampoco hemos tenido ningún problema. El primer día que Olivia probó un puré de verduras lo hicimos con patata, zanahoria y calabacín. Le supo riquísimo, así que a partir de ahí y poco a poco empezamos a introducir otro tipo de verduras (y legumbres). A día de hoy, además de las mencionadas, ha probado las judías verdes, el puerro, la calabaza y los guisantes. El único día que decidió no tomárselo fue en parte, culpa nuestra. Metimos la pata y se lo hicimos con calabaza dulce. Ese día una cucharada y nada más. Lo del dulce no va con ella. Las judías verdes y los guisantes, los introdujimos sobre todo, cuando notamos que Olivia estaba estreñida y le costaba un montón hacer, básicamente, caca. A nosotros nos ha ido muy bien, así que si estáis en las mismas, os recomiendo que probéis a añadir judías verdes y guisantes. A nosotros nos ha funcionado genial.

Olivia, en este periodo de iniciación a la alimentación complementaria, también ha probado el pollo, el pavo y las ternera que hemos introducido en los purés de verduras.  Normalmente siempre lo hacemos en casa pero nos gusta tener algún potito por si algún día, por el motivo que sea, tenemos que echar mano. En este caso, al igual que ocurre con los cereales, hemos intentado buscar la opción más natural.

Solemos utilizar un par de marcas. Por un lado, los SOLO de Hero Baby, la misma marca que utilizamos con los cereales, y por otro los Smileat. Creo que cualquiera de las dos opciones es buena para alguna necesidad puntual, sin embargo sin tuviese que elegir entre las dos marcas elegiría los Smileat. El motivo es que algunos de los Hero Baby, los que son solo de verduras y no incluyen carne, llevan leche (dado que Olivia solo ha probado la leche materna, de momento no me apetece que pruebe un potito con leche).

Y por último, hablemos de fruta. Podría decir que tengo mucho o nada que decir porque Olivia NO QUIERE FRUTA. Antes de la introducción del resto de alimentos, ilusos de nosotros, pensábamos que la naranja y el plátanos sí que le gustaban. Parecía que se los tomaba sin demasiados ascos, pero ahora dice que nanai de la China.

Hemos intentado darle manzana, pera, plátano y naranja, que son las cuatro futas de iniciación (Ah! Y también le hemos untado el morrete con sandía con igual resultado). Hemos probado a hacer los purés con la fruta fresca, en compota, mezclada con cereales, muuuchos cereales con un poco de zumo de naranja, a compra papilla de frutas ya hecha en potito (de las mismas dos marcas que hemos utilizado para la verdura), las papillas de frutas de bolsillo en bolsitas por si le era más cómodo comerlo de esa manera, metiéndolas en un alimentador para que ella vaya chupando, dejándole los trozos enteros al alcance de su mano y nada, nada de eso ha funcionado.

Lo último que hemos probado son las papillas de frutas de Aliment Vegetal. Eso si se lo toma, pero es que eso ni son frutas ni son “na”. Tienen un porcentaje muy bajo de fruta y el resto es arroz. Lo que estamos intentando es ir metiendo muy poco a poco “fruta de verdad” en esta papilla para ver si poco a poco, hacemos el cambio. Sé que llegará el día en que acabe tomando fruta, pero también sé que ese día no está cerca. Sólo queda armarnos de paciencia y dejar que el tiempo haga el resto.

A parte de todo lo que hemos mencionado, yo sigo con mi espinita del BLW, así que de vez en cuando le damos algún cachito de verdura cocida antes de la papilla. Ella lo coge, lo aplasta, hace que lo prueba, pone un poco cara de asco, y poco más, pero me gusta verla experimentar y probar.  También le damos alguna galleta de vez en cuando, y esta es otra guerra que no entiendo. ¿Cómo puede ser que todas las galletas específicas para bebés lleven aceite de palma y un porrón de azúcar?. Igual que hemos hecho con el resto de cosas, en su momento investigamos y comparamos. Al final hemos optado por unas galletas de las que me habló otra mamá que son las Gullón María Bio. Su composición es bastante sencilla, no llevan aceite de palma, están hechas con azúcar de caña y hemos consideramos que dentro de lo que hay en el mercado es una opción bastante saludable para Olivia. Se desmigan con facilidad y se deshacen bastante bien en contacto con la saliva, así que son las que le estamos dando. Ella por su parte, si parece que le gustan y las prueba. La gran mayoría va al suelo pero por lo menos las prueba y no pone cara de asco, que no es poco.

Por último, hemos introducido el agua que se lo damos siempre después de cada comida, o cuando vemos que hace mucho calor y puede tener sed pero no quiere teta.

Esta es, a grandes rasgos, nuestra experiencia con la introducción de la alimentación complementaria. Creo que no nos podemos quejar. Dentro de lo que cabe, Olivia come bastante bien y eso nos tranquiliza. Ella va cogiendo peso y creciendo un montón así que nosotros felices.

Seguiremos con nuestra lucha con las frutas y ¡os iremos informando!. ¡Ah! Y cualquier consejo es bienvenido ¿Alguna mamá con una solución o que haya pasado por lo mismo?

promo-image