Olivia cumple hoy su noveno mes. Así, sin darnos demasiada cuenta hemos llegado al fin de la exterogestación (de ella hablaré en el próximo post). Otro mes que ha volado y sumado. Otro mes cargado de novedades que me va a encantar contaros. ¡Allá vamos!

SOBRE OLIVIA

Como diría @lavecinarubia: Olivia tiene pelazo. Cada vez está más largo, más abundante, con más ricitos, más bonito y rubio. Todavía hay algunas zonas que escasean un poco por el roce de su cabeza al dormir, pero en su totalidad el pelazo está bastante decente. Por detrás hay alguna zona que está como áspera, cabe suponer que también por ese roce con las sábanas. De hecho, el padre de la criatura me dice el otro día: “Esta niña tiene el pelo quemado por aquí atrás”. ¿Cómo que quemado?. Y aunque la verdad que la textura se asemeja a pelo chamuscado, no es eso, solo es roce.

Los ojos, que yo pensaba que a estas alturas ya tendrían su color definido, resulta que no. Ayer mismo quedé con mi amiga Paloma y me dice: ¡Uy!, pero si tiene los ojos claros. Yo pese “¿cómo?”. Supongo que había interiorizado tanto los ojos marrones que ni me había fijado que todavía estaba a medio camino entre gris, verde y marrón, así que a seguir esperando.

Con respecto al peso y la talla, el jueves tuvimos revisión y Olivia ya pesa casi 8 kilos y medio. La altura ya es otra historia, resulta que este mes no hemos crecido nada. Un poco raro, pero así es. Hemos bajado de percentil hasta el 75, que tampoco está mal. Por lo demás perfectísima. Ya tenemos permiso para introducir pescado blanco.

Y por último, tema dientes. Me da rabia decirlo, pero seguimos sin novedades. Los dientes no quieres aparecer, Olivia no deja de babear, de moRderlo todo, ha vuelto esa “desesperación dentil” que hacía ya unas cuantas semanas que parecía haberse marchado. ¿Será este el empujón definitivo y aparecerán sus primeros dientes? Veremos a ver si hay suerte.

EL SUEÑO DE OLIVIA

El sueño de Olivia sigue en su tónica habitual. Creo que vamos algo mejor pero todavía muy lejos de un sueño regular. Como hito, he de decir, que hace una semanita hubo un día que durmió 5 horas del tirón y eso me hace ver la luz al final del túnel. De momento,  no se ha vuelto a repetir, pero no pierdo la esperanza.

Seguimos con nuestros despertares continuos, aunque creo que algo hemos ganado. Ahora aguanta unas dos horas y media entre despertar y despertar, que dada nuestra experiencia, es casi motivo de celebración.

Eso sí, a la hora de dormirse, o brazos o nada. Si la dejo en la cama empieza a dar vueltas, a gatear, a intentar ponerse de pie y no hay manera, así que la cojo en brazos, la pego cuatro meneos y en menos de 10 minutos la tengo frita. Sé que quizá no es lo mejor para un futuro, pero a día de hoy para mí, es la mejor opción. Ya veremos que hacemos más adelante.

Con respecto a la siestas, hemos conseguido restablecer una rutina. Las hemos reducidos a dos, una por la mañana y otra después de comer. La mañanera dura poco más de media hora y la de la tarde en torno a las 2. Como Olivia aguanta mucho más despierta, mientras se entretiene, juega, se mueve, gatea, etc. no necesita dormir tanto, y aguanta 4 o 5 horas despierta sin ponerse demasiado tontina. Os iré contando como evolucionamos.

EL LLANTO DE OLIVIA

Como ya os he contado en otras ocasiones, Olivia no es una niña llorona, nunca lo ha sido.

Lleva un par de días un poco tontina y creo que es otra vez por los dientes. ¡Salid ya! Además empieza a aborrecer el carro, prefiere estar tirada en el suelo, gateando, andando, cualquier cosa menos estar sentada tranquilita, así que salir a dar un paseo, empieza a antojarse algo complicado. Se pone tiesa y llora. Eso sí, es sacarla de la silla y tan feliz, no le hace falta más.

A parte de esas circunstancias, poco llanto más. Algún día si tiene hambre o sueño, pero nada destacable. No puedo quejarme.

SU ALIMENTACIÓN

Este mes ha sido un periodo de transición y asentamiento. No ha habido grandes cambios pero si alguna evolución.

A Olivia le sigue encantado comer verduras y cereales, y seguimos nuestra lucha con las frutas. Hemos evolucionado y parece que le va gustando un poquito más. Paso a paso, sin prisa pero sin pausa.

Los alimentos que hemos introducido han sido el pavo (embutido) que se lo damos desmigadito en cachitos para que ella vaya aprendiendo a masticar y el pan que le ayuda también a probar texturas diferentes y a aprender a morder, además, ¡le encanta!, así que a veces le sirve de entretenimiento, sobre todo cuando nosotros estamos comiendo.

Veremos que tal nos va este mes con el pescado. Como le guste tan poquito como a mí, puede ser una tarea complicada.

¡COSAS QUE LE GUSTAN (Y LAS QUÉ NO)

A Olivia le encanta moverse. No sé cuál es el ritmo habitual de un niño, pero Olivia se mueve mucho, mucho, mucho. Ahora que ha aprendido a gatear y a ponerse de pie, ya no tiene límites, no hay fronteras para ella.

Además le encanta cotillear, se queda mirando a la gente, observando, gira la cabeza en cuanto escucha una voz nueva… ¡está a todo!. Además, como es de sonrisa fácil, cuando se queda mirando a las personas estas le contestan poniéndole caras, ella se ríe, y ahí entramos en un bucle de caras-risas, del que es complicado salir.

Como os decían antes, también le encanta dar pasitos, así que me tiro la mitad del día con la riñonada doblada. ¡Uf!, esto me pasará factura. Y no, para quien se lo pregunte, no se le van a quedar las piernas torcidas por dar pasitos tan pequeña.

También le gusta hacerme pedorretas en la tripa. Ella a mí, si. ¿Es raro? Porque yo es una cosa que casi nunca le hago, pero a ella le encanta hacerlo y me resulta de lo más curioso.

Le encanta jugar con papeles y revistas. Arrancar, romper y aplastar las hojas. Adiós catálogo de IKEA. También le encanta comérselo, las revistas y las toallitas. ¿La fruta no y el papel si? ¿Pero esto que es?

Lo que menos le gusta últimamente es que la cambie el pañal. ¡No hay manera!. No quiere estar boca arriba por nada del mundo. ¿Y qué hago yo? Luchar. Me toca luchar con ella para conseguir ponerle el pañal de una manera medianamente decente. Lo consigo porque yo soy la jefa, pero me cuesta y mucho. La niña lagartija no me lo pone nada fácil.

Su genio sigue aflorando, pero por pequeñaja que sea yo intento imponerme. Si dejo que se me suba a la chepa tan pronto, no sé qué va a ser de mi cuando sea más mayor.

SU RELACIÓN CON EL MUNDO

Olivia evoluciona mes a mes, como todo los niños, ¡claro!. Este mes ha perfeccionado su manera de ponerse de pie. El mes pasado le pesaba un poco el culo, ahora parece que tenga un muelle. Se agarra y al instante está en posición. Eso sí, el tema equilibrio todavía tiene que perfeccionarlo. El otro día tocó porrazo, es inevitable, lo sé, pero me da miedo. ¿No os da miedo? Sobre todo porque las cabezas de los bebés son como imanes para los golpes y me preocupa que le pueda pasar algo. Tengo claro que debe ser así, pero es que mi niña ninja es una temeraria.

Otra de las cosas que ha aprendido es, como ya os he comentado antes, a gatear. Llevaba un tiempo levantando el culo y arrastrando la cara, hasta que un día debió pensar que lo de aplastarse la cara contra el suelo no era buena idea, y “de repente” gateó. El primer día fueron apenas unos pasitos, mezclados con “arrastre”. Poco a poco va gateando más y arrastrándose menos. Un poco torpona de momento, pero es una ninja constante, muy constante, así que no creo que tarde mucho en perfeccionar la técnica.

Este mes, también ha aprendido a aplaudir. Es un aplauso un poco regulero y muy puntual, pero ahí está. Yo le canto un montón el “palmas, palmitas” y parece que voy consiguiendo resultados. Además es una canción que por algún motivo que desconozco le relaja y tranquiliza. Cuando vamos en el coche, que últimamente, no le gusta un pelo y en seguida se cansa de estar ahí sentada, me pongo a cantar y a palmear, y en seguida deja de quejarse. Hay muchas versiones, pero esta es la mía (por si os sirve para calmar a los vuestros”)“Palmas, palmitas, que viene mamá que trae un “cualquier animal”que hace “onomatopeya del animal”. De momento la considero mi canción mágica”. Probad y me contáis si también se convierte en la vuestra.

Por el momento he dejado de lado el tema besitos, porque es un gesto que hacía pero ha dejado de hacer, más adelante volveremos con el tema. También andamos probando con “los 5 lobitos, el “hola” y el “adiós”, de momento sin resultados. Alguna vez parece que hace el gesto, pero no sé si es real o mi imaginación. Eso sí, le ha dado por levantar el brazo como cuando yo le digo “hola” pero ella lo hace cuando le da la gana, no en respuesta a nada. ¿A los vuestros les pasa?.

Además, tal y como ocurría el mes pasado, estamos en modo “mamitis ON”. No paro de escuchar que está enmadrada y después de buscar y leer, resulta que esto tiene un nombre técnico: angustia por separación. Le dedicaré sin duda un post, sin ninguna duda. El caso es que Olivia quiere muchos brazos y sobre todo míos. Es agotador pero necesario así que en ello estamos.

Como siempre, se me quedarán cosas en el tintero, pero las importantes están. Veremos qué cambios nos depara este mes. ¡Estoy deseando contároslos!

 

 

 

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