fertilidad

La búsqueda de un embarazo puede ser una tarea fácil o un proceso largo y complicado. La clave del éxito radica en la conjunción de un montón de factores relacionados con la fertilidad tanto masculina como femenina. Hay muchas causas por las que se puede ver afectada (hormonales, patológicas, etc.), pero también hay muchas cosas que podemos hacer para mejorarla.

Tanto la fertilidad masculina como la femenina pueden verse afectadas por hábitos pocos saludables y por un ritmo de vida estresante. Partiendo de esta base, hoy quiero hablaros de algunas cosas que podemos modificar en nuestro día a día y que nos pueden ayudar a mejorar nuestra fertilidad.

Andar activa la fertilidad: Es importante mantenerse activa y tener rutinas saludables. El ejercicio forma parte de ese vida sana que nos permitirá mejorar nuestra fertilidad. Andar es un ejercicio buenísimo y aunque solemos asociarlo a personas mayores, es perfecto para cualquier edad. Andar activa la fertilidad y ayuda a producir endorfinas y serotonina, reduciendo el estrés. No hace falta andar una maratón, basta con 30 ó 40 minutos para que nuestro cuerpo se active y nuestra caminata sea efectiva. El mes que conseguí mi embarazo me apunte al gimnasio e iba todos los días a andar un ratito. Ya sé que andar se puede hacer en cualquier parte, pero de esa manera me obligaba a seguir una rutina. El día de mi transferencia, en lugar de tumbarme en el sofá como había hecho las otras veces (a pesar de que los médicos siempre me recomendaban hacer vida normal), me fui a dar un paseo por mi barrio, muy tranquila, respirando y reflexionando. Lo seguí haciendo durante las siguientes semanas. No sé si fue casualidad o la conjunción de muchos factores, pero esa fui la vez que conseguimos ver el positivo definitivo.

El tabaco y el alcohol siempre restan: Puede parecer una obviedad pero a veces se nos olvida lo perjudiciales que pueden ser para nuestra salud en general y nuestra fertilidad en particular. Dejar el tabaco y el alcohol debería ser el primer paso para comenzar a cuidar nuestro cuerpo y crear un “hogar” saludable para nuestro futuro bebé. Todas conocemos a una amiga que tenía una tía que fumaba un paquete diario y tuvo 8 hijos, pero por lo general, el tabaco y el alcohol en temas de salud y fertilidad restan mucho y suman cero. Por supuesto que puedes tomarte una copa de vino o una cerveza de manera puntual y no va a pasar absolutamente nada, pero en estos casos, menos siempre es mejor.

Manten una alimentación coherente y saluble: La alimentación es otra de las patas clave para mejorar nuestra fertilidad. Entra dentro de ese concepto de vida saludable óptima para la fertilidad. Es importante intentar que esa alimentación esté basada en mayor medida en productos frescos y naturales, en especial frutas y verduras de temporada que si pueden ser ecológicos mejor que mejor. Así evitamos en todo lo posible introducir en nuestro organismo sustancias tóxicas que puedan dificultar la mejora de nuestra fertilidad. Este tema da para mucho, y creo que lo conveniente sería escribir un post tratando este tema de manera individual. Así que voy a resumir; todos sabemos lo que es saludable y lo que no: menos bollos, fritos y comida rápida o precocinada y más productos frescos, carnes, pescados (limitando el consumo de pescado azul especialmente el atún) y bien de agua. El agua siempre viene bien.

El poder de la precisión: A veces lo que existe es más un problema de “atino” que de fertilidad. Intentar matar moscas a cañonazos suele ser complicado, y a veces lo único que necesitamos es mayor precisión. El ciclo fértil humano es un poco “mierder”, y la esperanza de vida media de un óvulo suelen ser unas 24 horas una vez se ha producido la ovulación. Los espermatozoides aguantan un poco más, entre dos y cuatro días dependiendo del caso. Conseguir dar en el clavo no es fácil, primero porque aunque en teoría la ovulación se produce en torno a la mitad del ciclo, no sabemos con exactitud cuándo va a ocurrir (los test de ovulación pueden facilitarnos esta tarea). Eso suponiendo que tus ciclos sean regulares, si eres como yo y tus ciclos pasan de ti, saber cuándo ovulas es prácticamente imposible. Además, y teniendo en cuenta el ritmo de vida actual, no siempre es fácil “cuadrar agendas” y es muy probable que “se pase la cita”. Es normal, a veces la vida no da para todo.

Suplementación alimentaria para una ayuda extra: Puede ser una buena opción que en algunos casos puede funcionar. Las cápsulas de aceite de onagra por ejemplo, ayudan a la regulación hormonal de la mujer, por lo que pueden ser una opción si estamos interesados en usar la homeopatia como tratamiento en nuestro camino hacia la mejora de nuestra fertilidad. Otros de los mediacamentos que nos ofrece la homeopatia pasan por el uso de  “6c sepia” o “Sabina 6c” que ayudan a la optimización de nuestro sistema reproductor. Además, desde el primer momento en el que tenemos en mente concebir un bebé, es muy aconsejable comenzar a tomar complejos vitamínicos específicos que además de incluir diferentes vitaminas y mineral, nos aportan ácido fólico.

Ninguno de estos remedos es milagroso, seguramente no haya nada que pueda asegurarnos un embarazo, pero como veis hay muchas cosas que podemos hacer para hacer de nuestro cuerpo un sitio mejor donde crear vida. Pasito a pasito, poco a poco y con paciencia, todo llega.

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