Últimamente escucho mucho hablar del concepto de maternidad real y sinceramente, no sé si me gusta. Hace ya un tiempo que es un tema muy recurrente en redes sociales con el que se que pretende reflejar y transmitir la maternidad “tal y como es”.

Es un hashtag que a veces utilizo en mis fotos para compartir lo que yo considero maternidad real y que dista mucho del concepto distorsionado que creo que en algunas ocasiones (más habituales de lo que me gustaría), se está ofreciendo.

¿Por qué cada vez me gusta menos esa idea de “maternidad real”? Precisamente por eso, porque no me parece real. Como os decía creo que se está distorsionando hasta el punto de convertirse en sinónimo de “la maternidad es una mierda”.

No me considero alguien que idealice la maternidad, pero si cuento las cosas malas, creo que también es mi labor contar las buenas, porque quizá haya algunas cosas malas que no nos contaron y que sea necesario compartir, pero también hay muchísimas cosas buenas que se pasaron por alto y de la que nadie nos informó.

Cada vez que oigo hablar de maternidad real en redes sociales va asociado de una u otra manera a algo negativo, y me da mucha, mucha rabia, y pena, también pena.

Toda la noche sin dormir”. #maternidadreal

Foto de unas ojeras que ocupan toda la cara. #maternidadreal

Mi hijo lleva 10 minutos llorando y pataleando en mitad del supermercado”. #maternidadreal

No puedo ni ir al baño, no me deja hacer nada”. #maternidadreal

Y como esos ejemplos 200.000 más. ¿Realmente es eso lo que queremos transmitir cuando hablamos de maternidad? Por qué si, esos momentos existen, pero son solo una parte de la maternidad real, una parte que en algunos casos es mayor y en otros menor, pero una parte al fin y al cabo.

Creo que nos hacemos un flaco favor al enfocar la maternidad real desde ese único punto de vista, a veces me resulta hasta ridículamente forzado. Tanta queja, tanta pega… que pereza. Como os comenté en el post “que la maternidad no te pille por sorpresa”. ¡Coñ*! ¿En serio no sabías que los niños lloraban (a veces mucho) o que duermen normalmente mal?. Si no lo sabías no es que no te lo hayan contado, es que vives en un mundo paralelo.

No digo que a veces  por circunstancias, no sea más duro de lo que en un principio debería ser, hay casos y casos, pero quejarse por cosas obvias como si fuese algo excepcional, no.

Lo dicho, que para mí la maternidad real es mucho más que no dormir o no tener tiempo ni para respirar, la maternidad real es mucho más que quejarse porque todo es una mierda. La maternidad real es bonita, es ver como mi hija se despierta todos los días con una sonrisa (¡Jod*r!, eso nadie me lo contó), jugar con ella a juegos inventados sin ningún sentido o que se parta de risa pelando ajos. Eso también es maternidad real.

Por todo eso quiero intentar positivizar la maternidad real, no echemos a perder un concepto tan bonito cargándolo de negatividad. Llenemos el mundo de #maternidadreal de la buena, de la de verdad, de la que es dura pero bonita, gratificante y si, también muy real.

 

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