Telma acaba de cumplir medio año de vida y es increíble lo rápido que ha pasado. Cierto que es una afirmación constante entre las mamás, pero si cuando tienes tu primer hijo el tiempo vuela, con el segundo es vertiginoso.

En estos meses hemos visto como Telma crecía, evolucionaba, iba adaptándose y encajando en nuestra familia y nosotros hemos crecido y evolucionado con ella, adaptándonos a sus necesidades, a su carácter, a ella.

Con 6 meses pesa casi 8 kilos y mide 66cm, tiene unas roscas en las piernas que llaman la atención y una sonrisa que encandila. Su semblante es serio, pero es un bebé de sonrisa fácil. Sus ojos, todavía claros, son muy expresivos. Hay quien dice que serán definitivamente claros, yo creo que acabará pasando como con Olivia, que terminarán siendo marrones. Marrones y preciosos. ¡Y es pelirroja! Pelo de color castaño rojizo que se potencia con el color amarillento de la costra láctea. Si, seguimos con una costra láctea bastante notable. No le hemos hecho mucho caso ni puesto demasiado empeño en quitarla, pero no me importaría que comenzase a desaparecer.

Telma es tranquila, es capaz de estar un ratito en la silla, o tumbada en la cama o el suelo, siempre y cuando no nos pierda de vista. Recuerdo que con Olivia, era casi impensable, la recuerdo mucho más demandante, no sé si por la inexperiencia de ser primeriza o si porque realmente era así. Solo se que Telma lo pone muy fácil, muy , muy fácil.

Desde el principio ha sido una niña que ha llorado poco, comido bien y dormido medio decentemente. Y a día de hoy, así sigue. Si se cansa de estar tumbada o semi-sentada y comienza a quejarse normalmente en cuanto la coges se tranquiliza. Y lo del porteo, ¡qué decir del porteo! Ha sido nuestra salvación durante estos meses. Porteando se relaja, se duerme, come, juega… ha sido fundamental para disfrutar de esta bimaternidad de una manera mucho más sencilla.

Además, Telma siempre ha tenido mucha fuerza, y ha sido un bebé muy espabilado. Desde el principio he tenido la sensación de que era “menos bebé” que Olivia, no se si por su tamaño, o por esa energía que desprende. Antes de cumplir los tres meses se reía a carcajadas, con 3 meses y medio se daba la vuelta y ya se ponía boca abajo, con algo más de 4 meses ya ponía las piernas duras para ponerse de pie, y antes de cumplir los 6 meses ya se ponía a 4 patas con intención de gatear lanzándose en plancha hacia delante para coger cualquier cosa que se le cruzase en su camino.

Nos tiene muy sorprendidos por como es y por lo que ha traído a esta familia. Olivia la adora y ella se vuelve loca cada vez que ve a su hermana, es locura por Olivia. Ellas han encajado muy bien, disfrutan la una de la otra. Cada vez que escucho a Olivia decir “Te quiero mucho Telma” así porque si, sin más ni más, cago purpurina y me salen los arcoíris por las orejas. Y Telma… es increíble su reacción cuando ve aparecer a su hermana, comienza a patalear, a reírse, a echarse hacia delante intentando alcanzarla.

Se dan mil besos, mil abrazos. A Olivia todavía le cuenta, en ocasiones, controlar su fuerza y hay que estar pendientes, aunque Telma se lo hace saber. Ella se agobia y lanza grititos de “déjame respirar por favor”.

Tanto beso y tanto abrazo, es lo que tiene. Olivia no supo lo que eran los mocos hasta que no llegó a la escuela infantil con casi 20 meses. Telma ha tenido ya varias rachas de mocos y algo de tos puntual. Comparten besos y abrazos, y también babas y mocos.

Como os comentaba antes, Telma ha comido bien desde el minuto uno y además me ha regalado una lactancia muy sencilla. Con Olivia pase todas las fases y crisis del mundo, con Telma ni grietas, ni demanda en exceso, ni crisis, ni nada. Hemos conseguido 6 meses de LME fácil, fácil, y por como se queda mirando cada vez que comemos o bebemos algo, yo diría que la alimentación complementaria va a ir fenomenal (hay que ser positivos).

Lo del dormir ya es otro cantar. Duerme mejor que Olivia, o al menos esa es mi sensación. Qué igual es que esta vez ya sé de que va la historia y mi cuerpo ha asumido que dormir a ratos es lo que toca ahora y no sufre tanto, pero yo diría que para estas alturas, Olivia se despertaba cada hora y me tenía en modo zombie total.

Telma aguanta más rato dormida y normalmente con un poco de teta tiene para 3 horitas del tirón. No pido más, me conformo con eso. Así era hasta ahora, hasta hace cosa de un mes. Últimamente se despierta a media noche y pide fiesta. Se tira despierta 1 hora y media y aunque no dice mucho, a ratos se queja. Yo tomo esa queja como que tiene sueño, la pongo en la mochila, a veces se duerme y a veces todavía tiene cuerda, así que vuelvo a dejarla en la cuna y repito la operación un rato después. Ese rato estoy despierta o al menos medio despierta, pero me lo tomo con bastante filosofía. Cierto es que como dice el padre de las criaturas, resoplo. ¿Dos horas despierta a de 3 a 5 de la mañana? Qué menos que algún que otro resoplido. Espero que esta racha no se haga costumbre porque entre lo que madrugo y los despertares nocturnos un mes más así y no soy persona.

¿Y el momento baño? ¿Os acordáis de que el primer mes bañarla era un drama? Pues como os conté, a partir del segundo mes la cosa fue cambiando y en estos meses ha ido evolucionando hasta adorar el agua. Hay días que hacemos baño a 3, me meto con las dos en la bañera y a disfrutar. Risas, chapoteos y disfrute en familia. Más bonitas no pueden ser.

Encantada estoy con estos 6 meses de vida de Telma, y deseando estoy de seguir viéndola crecer.

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