Que los síntomas pueden ser tan variopintos como embarazos hay, es una realidad como un castillo. Y es que generalizar con este tema es un gran error que se comente con mucha frecuencia.
No puedo hablar de experiencias de otras mujeres, no sé lo que es un embarazo completo con nauseas, ni tampoco lo que es un embarazo sin ellas.
Hoy quiero contaros como ha sido los síntomas del primer trimestre durante este embarazo y compararlos con cómo fueron durante el embarazo de Olivia, así que ¡comencemos!
Síntomas en el primer trimestre en el embarazo de Olivia
Ya os he comentado en otras ocasiones, que a nivel físico, el embarazo de Olivia fue de diez. Los síntomas durante el primer trimestre fueron mínimos y muy llevaderos.
Tuve nauseas y vómitos durante apenas un par de semanas y por lo general eran por la mañana. Creo recordar que fueron durante la semana 8 y 9 aproximadamente. Tuve además algún otro día suelto que estuve un poco revuelta a primera hora pero poco más.
A parte de eso, lo que si comenzó muy pronto, fue el ardor de estómago. Me acompañó desde el primer trimestre y estuvo ahí casi todo el embarazo. No obstante, no era algo que me incomodase en exceso, no era demasiado molesto, era un síntoma muy llevadero.
El tercer y último síntoma que tuve y que también apareció en el primer trimestre fue una pequeña molestia en la parte central de mi tronco, justo debajo del pecho. La sensación era como si un músculo se hubiese pinzado o como si me hubiese dado un pequeño golpe y tuviese una molestia permanente. Al igual que el ardor, era algo que estaba ahí pero que no resultaba demasiado molesto.
Síntomas en el primer trimestre de este embarazo
En este embarazo los síntomas han sido muy diferentes. Nada que ver con las sensaciones del embarazo anterior. A día de hoy, con casi 24 semanas de embarazo, el ardor de estomago todavía no ha hecho acto de presencia y tampoco he sentido ese dolor debajo del pecho que os comentaba que viví en el embarazo de Olivia.
A cambio, mi cuerpo me dio un primer trimestre bastante más complicado que en mi embarazo anterior. Un primer trimestre con bastante nauseas durante todo el día que logré controlar gracias al Cariban, las infusiones de jengibre natural y sobre todo a base de comer. Esto último sin duda, fue la clave para no vomitar (y también coger más peso del que debería). Porque nauseas muchas, pero vomitar, en este embarazo, no he llegado a vomitar. Sobre la semana 12 una gastroenteritis se apodero de mi cuerpo que hizo tirarme 3 días en el baño expulsando fluidos por todos los poros de mi cuerpo, y cuando se me pasó se llevó consigo cualquier resto de nauseas. No hay mal que por bien no venga. Fin de los malestares.
Otro síntoma que he vivido muy intensamente, y que en el anterior embarazo no percibí en ningún momento, ha sido el cansado. He pasado un primer trimestre cual piltrafa, si hubiese podido, en lugar de andar me hubiese desplazado arrastrándome. ¡Qué cansancio! Desde el primer momento he estado muy, muy cansada. Este verano nos fuimos a Nuremberg tres días después de enterarme que estaba embarazada. Allí me sentía totalmente agotada, pero pensaba que era del turisteo, del calor y también de la gastroenteritis que me acompañó durante un par de días (si, allí también estuve con gastroenteritis, me gusta pillármelas todas). Pero cuando volvimos yo seguía muy cansada, y como era un síntoma que no había vivido con Olivia, me costó un par de semanas darme cuenta de que ese agotamiento crónico era cosa de “el bicho”, que me estaba chupando la energía.
Esos dos han sido los síntomas más destacables de este primer trimestre. Bueno, esos dos y los despistes y falta de memoria. Si con Olivia puede que se me olvidase alguna cosilla, en esta ocasión tengo la sensación de que voy por la vida con el cerebro al 50%. Soy un desastre total, la “momnesia” me está dejando bajo mínimos.
Y hasta aquí el resumen y comparación de síntomas del primer trimestre. Seguro que se me olvidan cosas (culpa del embarazo, por supuesto) pero las más importantes están, y aunque seguro que el padre de las criaturas me recuerda alguno cuando lea el post… “Mi amor, estoy embarazada, es lo que hay, no me da para más”.