Comenzamos año y con él un montón de nuevos propósitos y deseos por cumplir. Ojalá se cumplan todos nuestros sueños y este 2018 llegue cargado de felicidad y salud, mucha salud.
Uno de mis propósitos para este año nuevo es organizarme mejor, darme un poco de tiempo para mí, para respirar, descansar e intentar organizar todo el caos que últimamente nos rodea. Sin duda ese estrés que viene acompañándome desde hace meses está cargándome de irritabilidad y mala leche. Además sé que tarde o temprano acabará haciendo mella en mi salud.
Como no quiero que me dé un chungo por culpa de esta vida loca de ajetreo continuo, y quiero seguir disfrutando de mi maternidad y de Olivia al 100%, me he propuesto 3 objetivos sencillos para conseguir ser mejor persona, mujer y por consecuencia mejor madre. ¡Adiós mala hos***!
¿Me acompañas en este reto?
Os propongo acompañarme en mi reto, seáis madres o no, estéis en “la búsqueda” o paséis de buscar nada, seguro que mis 3 propuestas os vendrán de perlas para un día a día más positivo, calmado, feliz y saludable.
El primero de mis objetivos es realizar un “ritual relajante” a la semana. Elige el que más te guste. Puede ser ir a darte un masaje, un paseo en solitario o hacer unas magdalenas. Elige lo que a ti te relaje, te haga evadirte, disfrutar de ti misma y te ayude a alejar las malas vibraciones. A mí me encanta darme baños de agua caliente. Soy la más fan de las fans de los baños de burbujas. Por eso, este año quiero uno de esos baños, una vez por semana. Ese será mi momento de relax total, intentando dejar la mente en blanco, sin pensar en trabajo, ni en las miles de cosas que me quedan por hacer. Sé lo difícil que es encontrar un momento para nosotras cuando hay niños de por medio, siempre hay algo que hacer, pero debemos recordar que además de madres, somos mujeres.
Para las que seáis tan locas de los baños de agua calentita como yo, tengo un súper truco que ayuda a esa relajación y que sienta fenomenal. Consiste en echar un par de gotitas de aceite esencial de azahar en el agua en el que vamos a bañarnos, y ¡voilà!. Relajación al 200%. Si os apetece conocer un poco más sobre aceites esenciales y sobre como la homeopatia puede darnos un plus de relajación podéis echarle un ojo a esta web.
El segundo consiste en dormir más y mejor. Sé que es un topicazo, pero cuanto más descansadas nos encontremos, más positivas y menos irritables estaremos. En mi caso es complicado, porque no depende de mí. Si por mi fuera dormiría todos los días mis 8 o 9 horitas del tirón y estaría más fresca que una lechuga pero Olivia no perdona, y cada 2, 3 o 4 horas como mucho toca diana. Seguro que no soy la única con un “hija-buho”. Confío en que poco a poco vaya durmiendo más y mejor y que ella me ayude en este propósito de año nuevo. En este caso, voy a probar también a tirar de homeopatia y voy a hacerme con un aceite esencial de lavanda que dicen que es mano de santo para relajarse y dormir mejor. ¿Lo habéis probado?
Por último, pero no menos importante, quiero empezar a respirar y contar hasta tres antes de explotar y esparcir mis mierdas sobre los que me rodean. De los tres puntos es sin duda el más complicado. Darte esos tres segundos para pensar si la circunstancia es tan grave como para “liarla parda”, es muy, muy difícil, pero también muy importante para conseguir ese objetivo principal de una vida más relajada y con menos estrés. Olivia es demasiado pequeña para hacer “travesuras preocupantes”. Todavía no pinta sofás, ni paredes, no rompe cosas de manera consciente, ni se coge perretas significativas. Todo eso llegará, y quiero darme tres segundos y valorar la importancia real de esas travesuras antes de soltar la típica regañina. Sin embargo, sé que no es con ella con quien suelto, ni soltaré mi estrés acumulado, es en especial mi chico quien aguanta lo inaguatable. Así que con él intentaré respirar y contar no hasta tres, sino hasta cinco para poder valorar la importancia de la situación. Mens sana in corpore sano.