Hace unos días que volvimos de nuestras primeras vacaciones playeras junto a Olivia. Han sido unas vacaciones geniales en las que hemos disfrutado un montón. Toda la familia (mis padres, mi hermano y su novia, Olivia, Sergio y yo) hemos pasado una semana en Alcoceber, un destino que no conocíamos pero que nos ha encantado. Muy familiar y tranquilo pero con una zona donde poder salir a cenar, pasear y dar una vueltecita. Varias playas donde elegir y en las que poder relajarse con cero masificaciones (por lo menos a primeros de Julio, no sé cómo estará el percal en Agosto).

Además tuvimos mucha suerte con la casa en la que nos alojamos. Un chalecito con piscina a pie de playa que estaba fenomenal. Ya se sabe que a veces cuando alquilas algo por internet en una de esas plataformas online que todos conocemos, a veces triunfas por todo lo alto y a veces te puedes llevar un chasco de los buenos. En nuestro caso, como os decía, tuvimos suerte y la casa era de diez.

Sin embargo, narraros mis vacaciones no es el fin último de este post, sino que de lo que quiero hablaros es de las cosas que hemos utilizado y las que no. Siendo nuestras primeras vacaciones con Olivia y con experiencia menos diez, nos hemos llevado todo lo habido y por haber. El “por si acaso” se nos subió a la cabeza y casi cargábamos con más de lo que dejábamos.

Ya se sabe, empiezas a meter cosas y no puedes parar. Ropa para parar un tren (vestidos, pijamas, bodys, bañadores, pantalones largos, cortos, camisetas, chaquetas..). No sabes si va a hacer bueno malo o regular, y una que es de Burgos y está acostumbrada a llevar siempre ropa de abrigo por eso del “por si acaso” se levanta viento del norte, se va al Mediterráneo y hace lo mismo.

Además no se nos podía olvidar todo el equipamiento playero: el flotador, los jueguetitos de la playa, las sombrillas, el gorrito, la crema para el sol, la hidratante, las toallas, los pañales de agua…

Y eso solo para Olivia, si le sumas lo nuestro… ¡una locura!.

Pues bien, de todos eso hubo cosas que nos resultaron súper útiles, otras que ni fu ni fa y otras de las que ni nos acordamos. Hay que tener en cuenta los seis meses y medio de Olivia, y que obviamente sus necesidades no son las mismas que las de un bebé más pequeño o más mayor. Partiendo de esa base vamos a por lo que si lo que no y lo que ni fu ni fa.

Protección solar: En este caso es un SI total. Es importantísimo proteger a nuestros bebés del sol. Para hacerlo nosotros hemos usado 3 cosas: La crema solar, el gorrito para la cabeza y las sombrillas.

Sobre la crema solar, después de leer mucho sobre filtro físicos, filtros químicos e información infinita (y excesiva) a la que tenemos acceso actualmente, acabé hasta el moño y con las ideas muy confusas, así que me fui a mi farmacia de confianza a preguntar y de allí salí con un bote de ISDIN Pediatrics en Spray apto para pieles atópicas. No sabía que tal nos iba a funcionar y a día de hoy puedo decir que me ha gustado mucho. Las razones son pura obviedad y es que Olivia no se ha quemado, no le ha salido ninguna roncha ni sarpullido y además como extra, la aplicación es fácil y se extiende fenomenal.

En relación con el gorrito, lo compramos en H&M y aunque no soy muy fan de este tipo de prendas, he de reconocer que nos ha sido muy útil para cubrir la cabeza de Olivia.

Por último las sombrillas. Las hemos usado un montón y nos han resultado súper útiles. Hasta el año pasado nosotros éramos de ir sin sombrilla, hacernos jornadas enteras de playa torraos al sol sin necesidad de una sombra. El año pasado con el embarazo, compramos una pequeña en Decathlon por eso de que no me diese el sol de un amanera tan exagerada y este año hemos comprado una tipo refugio, también de Decathlon sobre todo para Olivia. Esta última ha sido todo un descubrimiento, muy práctica, ideal para que Olivia pudiese jugar en la toalla, echarse la siesta o lo que fuere sin preocuparnos porque le diese el sol porque además de ser perfecta para crear sombra, tiene factor de protección 50. Recomendable 100%.

Juguetes de playa y piscinita portátil: A los juguetes de playa directamente les daría un NO. Olivia con sus 6 meses largos, pasa de los juguetes de playa y prefiere jugar con el bote de crema, el asa de la bolsa de playa o con el cordón de mi bikini, así que si vuestro bebé tiene más o menos esa edad, ahorraos un trasto y dejad en casa el cubo, la pala, los muñequitos que echan agua y toda la retahíla de juguetes playeros varios.

En nuestro caso la piscina es un ni fu ni fa, la hemos usado, pero hubiese sido totalmente prescindible, Olivia prefería meterse con nosotros en el agua o que le sentásemos en la orilla y mojarse con el agua del mar que jugar en su piscina. Lo que si tengo que decir es que la idea de esta piscina me parece muy buena, porque no es hinchable, es plegable y ocupa muy poquito, así que aunque te la lleves si no la usas, como no ocupa nada tampoco es un incordio. También es de Decathlon (Este año estamos un poco modo adictos con Decathlon)

Flotador, bañadores y pañales de agua: El flotador es un SI absoluto. Mira que yo era un poco reacia a estos cacharros que me parecían un poco aparatosos, pero unos vecinos nos ofrecieron prestárnoslos y probamos un par de días en la piscina de casa. Nos encantó porque Olivia se sentía “más libre” que en brazos. Mueve sus piernecitas en el agua y se la ve súper feliz. Por eso, tanto en la piscina como en el mar (cuando no hay mucho oleaje) este flotador ideal para bañar a los más pequeños. Es apto para bebés de 7 a 11 Kg. Olivia ahora estará cerca de los 8Kg y le viene un poco grande, pero se la ve muy cómoda.

En cuanto a los bañadores, para mí son un ni fu ni fa. Mira que me lleve unos cuantos muy monos. Tanto braguitas como bañadores completos. Creo que son útiles en la piscina, pero en la playa con la arena, el agua, la crema y demás, Olivia se ha pasado prácticamente todo el día con el pañal y ya (o con el culillo al aire, más fresquita que todo).

Los pañales de agua si los hemos usado, sobre todo para el momento baño hemos usado los de Mercadona). Nosotros le poníamos el pañal normal para trastear por la toalla o para mojarla los pies y si la íbamos a bañar usábamos el pañal de agua o el bañador.

Seguro que hay muchísimas más cosas de las que hablar, pero creo que estas son las principales. Ah! Y lo que si necesitareis es mucha paciencia y mucho amor, pero de eso como mamis del montón vamos sobradas.

 

 

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