Este año, el día del padre ha sido muy especial. Después de tanto tiempo esperándolo, por fin hemos celebrado nuestro primer día del padre y lo hemos hecho muy a nuestra manera, con un día en familia, nuestra nueva y recién estrenada familia.

Para mi era importante celebrarlo y que fuese un día especial, un día de amor y reconocimiento. Ese reconocimiento a veces olvidado a un papi que se lo está currando mucho. Un papá por el que Olivia siente absoluta adoración. A ella se le ilumina la cara cuando lo ve llegar y a él… lo de él es una locura con ella.

Ese amor recíproco es sin duda el fruto de las cosas bien hechas. De la dedicación, la paciencia, el cariño y las ganas de ser el mejor papá. Ella sabe que es así y yo también lo sé. Amor a primera vista forjado y consolidado día a día.

De reconocer y celebrar que las cosas marchan bien es de lo que se trata el día del padre, así que empezamos el día de la mejor manera. Con una de esas sonrisas matutinas de Olivia. Casi siempre se despierta de muy buen humor, así que aprovechándonos de eso, comenzamos la jornada con un ratito de juegos, pedorretas y risotadas entre sábanas.

Cuando a Olivia le entró el hambre, Sergio aprovechó para desayunar y yo cuando terminé con ella, escondí un par de detallitos del día del padre debajo del edredón. Cuando Sergio volvió a por Olivia… ¡Sorpresa! Y vaya si lo fue, él no se lo esperaba. Pues mira, ¡mejor que mejor!.

Me encantan los regalos del día del padre/madre hechos con las manos, soy muy de manualidades, pero este año tenía poco tiempo para liarme la manta a la cabeza, así que Olivia y yo preparamos algo con parte de manualidad y que al mismo tiempo consideramos un bonito recuerdo. Por una parte, un triple marco de fotos con una fotografía de los tres y la huella del pie y la mano de Olivia. Se que no es una excesiva manualidad, pero con el tiempo que nos llevo conseguir que Olivia plantase sus huellas como dios manda, creedme cuando os digo que vale como manualidad y mucho más. Por otro lado un body y una muselina “especial día del padre” con los mensajes: “mis papis son lo más” y “Papá, nada mejor que las cosquillas de tu barba” ambos de www.mimuselina.es.

Una vez hecha la entrega de regalos, tocaba ponerse en marcha. Ducha, chapa y pintura y vamos que nos vamos. Pasamos el resto de la mañana paseando por Madrid. Palacio Real, Plaza Mayor, Puerta del Sol… con ese solazo que hacía nos hubiésemos recorrido todos los rincones de Madrid.

Siguiendo con el día, pasamos a seguir con la celebración como mejor se nos da ¡A comer!. Sergio había reservado mesa en “Américo”, una Tarberna Latina a la que no habíamos ido nunca y que nos encantó. Los tres comimos fenomenal, Olivia su teta habitual y nosotros de todo un poco. Croquetas, Yuca, Arroz, Ceviche… todo riquísimo, con una buenísima presentación y un trato muy agradable. ¡Estábamos bordando el día!

Para terminar y bajar la comida paseíto hasta el Templo de Debod y vuelta a casa. Olivia empezaba a estar cansada y quejicosilla y nosotros queríamos una de esas siestas tardías que tan bien sientan y que tan difícil es echarse cuando hay un bebé en casa. Último concesión del día del padre, siesta para Sergio.

Y así fue como transcurrió y como terminó nuestro primer día del padre. Descansando y deseando celebrar a nuestra manera el resto de días del padre.