Olivia cumple hoy su octavo mes. Los meses cada vez pasan más rápido, da un poco de vértigo pensar que el año cada vez está más cerca. Si, todavía queda, pero a este paso el día va a llegar y no nos vamos a enterar. Cada mes que pasa mola más. Olivia evoluciona a pasos agigantados, su interacción crece y eso nos encanta, aunque al mismo tiempo sea tremendamente agotador. Vamos pues, a ver la evolución de este mes.

SOBRE OLIVIA

Olivia y su pelo. Ya poco queda de aquel bebé de pelo oscuro y crecimiento irregular. Poco queda de aquel mechón en su lado izquierdo de la cabeza, que destacaba con respecto al resto por su largura y “espesor”. Ahora Olivia no es morenita. Aunque ya llevamos meses viendo como el color de su pelo iba cambiando, y para nosotros se había convertido en rubia hacía ya tiempo, parece que no es del todo real hasta que el resto del mundo lo oficializa. Cuando tus familiares, amigos, conocidos e incluso desconocidos, hablan de ella como “rubia”(en algunos casos pelirrojilla), está claro que no es tu percepción sino que es una realidad.

Sus ojos, por su parte, están definitivamente avocados a ser marrones, cada vez queda menos de esos tonos azules y grisáceos. Eso si, siguen manteniendo su preciosa forma y sobre todo, lo que más me gusta, su expresividad. Inlove de esos ojos totalmente.

Tendremos la revisión con la pediatra a la vuelta de esta semana de vacaciones, así que los datos oficiales de altura y peso, todavía no los tenemos, pero lo que si tengo clarísimo es que seguimos creciendo y engordando muy notablemente, o al menos esa es mi sensación. No he pesado a Olivia en la farmacia este mes, pero tengo la sensación de que ha cogido un buen peso. Me pasa todos los meses que no noto mucho el cambio de peso, hasta que de repente una mañana cuando la cojo pienso “¡como pesa!”. Así, de la noche a la mañana me da la sensación de que haya engordado medio kilo. Se que son cosas mías, pero me pasa cada mes y este no ha sido menos. Con respecto a la altura, me pasa parecido. Algún día la miro, y, de repente, me parece que está enorme. Este mes calculo que habrá crecido un par de centímetros. A la vuelta veremos si estoy en lo cierto.

Con respecto a los dientes seguimos igual. Esas malditas perlitas blancas no quieren hacer acto de presencia, y traen a mi niña por el camino de la amargura. Ha tenido 4 o 5 días que le ha subido la temperatura y que ha estado más tontorrona, y aunque ahora está mejor, sigue babeando muchísimo y mordiendo todo lo que pilla. Pobrecita.

EL SUEÑO DE OLIVIA

En este aspecto, poco que decir. Seguimos igual. No he notado ninguna evolución. Hay noches peores y noches mejores. Hace cosa de una semana, hubo una noche que me hizo pensar que podíamos encontrarnos ante el principio del fin. Una noche en la que no se si es que yo estaba muy dormida y no me enteré de mucho, o en la que realmente Olivia, solo se despertó un par de veces o tres. Sin embargo, como os decía, fue solo un espejismo. Seguimos con noches de despertares infinitos con teta por allí y chupete por allá.

Una de las diferencias que hemos notado, es que Olivia cuando se despierta por la noche, lo hace llorando. Se le pasa al instante con la teta o el chupete, pero antes cuando se despertaba hacía ruiditos y se movía mucho, pero no lloraba. Debe pensar que esta técnica es más efectiva. Por otro lado, cuando se despierta y le doy pecho, a veces se queda dormida tranquilamente como hacía antes, otras se revuelve un poco, le cuesta algo más conciliar el sueño, pero acaba haciéndolo sin demasiado problema. Algún día me ha tocado cogerla en brazos y mecerla, pero han sido ocasiones muy puntuales.

Sus siestas diurnas este mes han sido algo más irregulares. Va aguantando más tiempo despierta aunque solo a ratos. Puede mantenerse sin dormir 2 horas o 5, depende del comento del día y de cómo le pille. Así que en ese sentido nos tiene un poco descolocados, porque nos es muy difícil establecer una rutina. Además ha habido varios días que ha alargado la siesta de la mañana llegando a dormir hora y media o 2 horas del tirón. De esta manera, solo se ha echado dos siestas. En cambio, como os decía, los días que hace siestas más cortas, puede llegar a echarse cuatro sueñecitos. Un poco caos total.

EL LLANTO DE OLIVIA

Hay dos momentos en los que ha día de hoy Olivia llora. Uno es, como os comentaba un poco más arriba, cuando se despierta. Tanto por la noche como cuando se despierta de las siestas. En el segundo caso solo se calma cuando la coges, y especialmente cuando la cojo yo, con su padre no siempre funciona.

El otro caso es cuando no se sale con la suya. Este mes ha estado muy mimosa, con bastante mamitis y queriendo muchos brazos. Así que después de un buen rato de brazos si yo decidía que sentarla, o tumbarla un poco, a llorar. Bien porque quería más brazos o porque quería ponerse de pie. ¡Qué carácter!.

SU ALIMENTACIÓN

Este mes no ha habido muchos cambios. Seguimos muy bien con la verdura y los cereales, y muy mal con la fruta. No hemos introducido muchos alimentos nuevos, básicamente el brécol y el aguacate. El brécol lo hemos introducido tanto en puré como en sólido para que vaya probando a comer cosas por ella misma. Además le hemos dado a probar mango deshidratado que hasta hace unos días, era la única fruta que probaba de manera voluntaria. No come nada, pero al menos lo rechupa. Durante estas vacaciones, hemos descubierto que la sandía tampoco le parece del todo mal, así que pasito a pasito vamos evolucionando. Si queréis saber un poco más sobre como nos ha ido con la alimentación complementaria, podéis leer el post en el que os hablo sobre el tema.

Algunos cambios perceptibles que si he notado son referentes a su apetito. El mes pasado, Olivia era más regular comiendo, en cambio este, hay días que tiene más hambre y otros menos. Imagino que como cualquier adulto. Además, últimamente come menos en el desayuno y más a la hora de la comida y la cena.

Otro aspecto a destacar, es que se entretiene muchísimo. Cuando le doy de comer, tan pronto traga una cuchara tras otra, como se pone a mirar a un lado, al otro, atrás, se mete la mano en la boca, chupa la trona o echa la mano al plato de comida. Hay días en los que me desespero un poco porque me toca luchar para que me haga un poquito de caso.

Con respecto al pecho, seguimos con nuestras tomas a demanda. Hemos tenido un par de días raros, que coincidieron con las decimillas de los dientes, en los que Olivia no quería teta, pero fue algo muy puntual. Por lo demás, lo dicho, seguimos como siempre.

COSAS QUE LE GUSTAN (Y LAS QUE NO)

A Olivia cada día le gusta más el no parar. Este mes le ha dado por estar de pie. Lo de estar sentada jugando le mola, pero lo de estar de pie, le vuelve loca. Eso supone estar con ella todo el rato porque aunque ya ha empezado a ponerse de pie ella sola agarrándose a las cosas, la técnica todavía no la tiene muy depurada (nada depurada). Así que nuestra tónica habitual consiste en sujetarla para que no se “desmoñe”.

También le encanta jugar con lo que no tiene que jugar, llámese mandos, teléfonos, botellas o mi bolso (uno de sus favoritísimos). ¿Qué obsesión tienen los bebés con jugar con las cosas que no son para jugar? Cada día tengo más claro que hay algo que los fabricantes de juguetes no están haciendo bien.

Otra de las cosas que le encantan es que la tengamos en brazos. Últimamente tiene mamitis y quiere que la coja o que esté con ella todo el rato. Me encanta y me agota a partes casi iguales, pero se que son cosas que algún día desaparecerán, así que ¡a aprovechar!.

Con respecto a las cosas que no le gustan, poca cosa. Seguimos con ese carácter suyo muy marcado, por el que se enfada cuando las cosas no son como ella quiere, pero nada especialmente destacable.

SU RELACIÓN CON EL MUNDO

Los avances que hacen los bebés mes a mes, son increíbles. Este mes Olivia ya se sienta sola perfectísimamente, y como os comentaba, no tiene suficiente con eso y quiere ponerse de pie todo el rato. Está aprendiendo a hacerlo ella sola. Pasa de estar sentada, a agarrarse y ponerse de pie, pero la mayoría de las veces hay que ayudarla o directamente, ponerla en posición.

También he notado que empieza a intentar incorporarse para sentarse ella sola. Cuando está tumbada intenta levantar su cuerpo o agarrarse a algo para acabar sentada, y aunque no suele conseguirlo, ella le pone mucho empeño.

El gateo todavía se nos resiste pero cada vez nos queda menos. Cuando intenta ponerse en posición, casi siempre acaba boca abajo agitando brazos y piernas intentando avanzar pero sin mucho éxito. Este movimiento le viene muy bien cuando está en la piscina porque es una especie de nado bastante efectivo.

Por otro lado, por fin ha vuelto a “hablar”. Hacía unos meses que empezó a hacerlo, pero por no sé que motivo, dejó decir cosas. Nada de “papapapa”, ni “mamamama”. Fue en el coche, en el camino de vuelta, después de visitar a la abuela de Sergio, cuando de repente empezó de nuevo con su tan esperado “papapamamapa”. ¡Qué felicidad!

Como os decía antes, este mes ha tenido mucha mamitis y además a empezado a extrañar totalmente. Ya tiene claro quien es su papá y su mamá, a quien conoce y a quien no.

Como de costumbre, se me olvidarán mil y una cosas, pero como siempre digo, las importantes están. Veremos que nos depara este nuevo mes. ¡Deseando descubrirlo!