Olivia cumple hoy su primer mes, un mes que se ha pasado volando y en el que ha cambiado un montón. Desde el día que nació hasta hoy han cambiado sus gustos, sus horarios, su forma de comportarse, …¡Está creciendo, se hace mayor!

SOBRE OLIVIA

Nació el 16 de Diciembre de 2016 a las 17:00h. Pesó 3160 gr. y midió 50 cm. Fue un bebé largo, con unas manos y pies grandes como sus papás. Un bebé con mucha fuerza y con mucha energía, se movía mucho para ser tan pequeñita.

Su pelo era castaño y sus ojos, que estaban cerrados casi todo el tiempo, eran achinaditos y de ese gris oscuro típico de los bebés recién nacidos, un color indeterminado que ya veremos en que acaba.

Su piel era muy blanquita debido, en gran medida, a la vuelta de cordón que hizo que se estresase y agotase bastante durante el parto. Nació por parto vaginal, y en contra de lo que suele ocurrir, su piel no tenía ninguna marca ni rojez. Lo que si tenía, y sigue teniendo, es la nariz plagada de esas miniampollitas que llaman engordaderas.

Este mes ha habido muchos cambios en lo que a su apariencia se refiere. Su carita ha ido cambiado, todos dicen que está preciosa, y su piel ha cogido un tono más morenito. El color de sus ojos y su pelo siguen igual, habrá que seguir esperando para saber cual será el color definitivo.

Ha crecido y cogido peso, tiene un barrigón bastante considerable, ahora mide 53cm y pesa 4200gr. Teniendo en cuenta que cuando salió del hospital su peso era de 2890gr. podemos decir que es un poco gochita. ¡Le encanta comer!. Sus manos y pies siguen siendo grandes, los patucos y zapatitos correspondientes a su edad le quedan pequeños. Sigue muy movida, inquieta, con mucha fuerza y mucho carácter.

¿Cómo irá cambiando en su segundo mes de vida? ¡Estamos deseando descubrirlo!

EL SUEÑO DE OLIVIA

Con lo bien que dormía y ahora no sabemos que le pasa… Sus primeros días de vida dormía como un tronco. Teníamos que despertarla para comer y le costaba muchísimo abrir los ojos. Incluso así, cuando lo conseguíamos, a los 2 minutos estaba frita. Poco a poco fue manteniéndose más tiempo despierta, durmiendo menos, dejando esos ojazos abiertos muchas más horas a lo largo del día.

En su segunda y tercera semana incluso reduciendo su tiempo de sueño, seguía manteniendo unos horarios más o menos estables que hacían que se despertase de una manera más o menos regular para comer.

El caos ha llegado en esta cuarta semana de vida. Hay días que no duerme prácticamente nada en todo el día y días en los que quizá duerme demasiado. Noches en las que se desvela un montón y le cuesta mucho volver a dormirse y noches en las que duerme pero se despierta cada dos por tres.

Hay tres maneras garantizadas de hacer que se duerma: montarla en el coche, darla un paseo en el capazo o mecerla en brazos

Según la pediatra todo esto es totalmente normal, la evolución lógica de un bebé. Veremos pues, como sigue evolucionando.

EL LLANTO DE OLIVIA

Con su llanto pasa más o menos lo que mismo que con el sueño. Cuando nació era buenísima. A penas lloraba, las enfermeras en el hospital alucinaban con su tranquilidad. Las dos primeras semanas eso se mantuvo, pero poco a poco, cuanto más tiempo está despierta, más llora. A veces se aburre, se cansa de estar despierta y… a llorar! Lo que más le disgusta es el hambre y los gases. Si tiene hambre y tardamos en darle teta, se enfada un montón. Si se le queda algún gasecillo cruzado lo pasa fatal, con eso si que llora como una descosida. No obstante, no nos podemos quejar, sigue siendo bastante buena y paciente en este sentido.

SU ALIMENTACIÓN

Le encanta comer. Desde el principio se enganchó. Aunque al principio su enganche no era muy bueno y me hacía daño, poco a poco lo hemos ido haciendo mejor y a día de hoy nuestra lactancia es bastante más satisfactoria, aunque todavía queda camino para conseguir que sea perfecta. Es una glotona, al principio aguantaba sus 3 horitas pero últimamente pide más a menudo. Yo debo oler muchísimo a comida y cada vez que la cojo en brazos, no puede evitar picotear y buscar. A veces es tan ansiosa que se empacha un poco y eso le hace vomitar a propulsión. Le ha pasado sólo en un par de ocasiones y no parece que le resulte demasiado molesto, lo echa fuera y listo, a seguir durmiendo.

COSAS QUE LE GUSTAN

Le gusta que su papá le bañe, le encanta estar en el agua calentita y mojarse la cabeza. También le gusta girar un poco la carita para que el agua le cubra un poquito un ojito. No tenemos muy claro porque lo hace, pero le gusta y punto.

Le encanta que le acaricien la cabecita y las cosquillitas en general, le relajan mucho.

También le gusta que le haga masajes en los muslos cuando le echo la crema después del baño.

COSAS QUE NO LE GUSTAN

No le gusta que la desvistan, ahora lo empieza a tolerar un poco mejor, pero sigue sin hacerle demasiada gracia.

No le gusta que la cojan en brazos con la típica postura de echar gasecitos con la cabeza encima del hombro. Tenemos una mochila de porteo pero sólo la hemos utilizado cuando está dormida porque, de momento, no le gusta ir en esa posición.

No le gusta tocar cosas que no sean “humanas”. Me explico. Le gusta tocar nuestras manos, pero no me gusta tocar tela, ni peluches, ni nada parecido.

SU RELACIÓN CON EL MUNDO

Su interacción con el mundo ha sido un poco limitada. Al final de este primer mes ha empezado a seguir con la mirada. Nos mira cuando la hablamos y, si estamos cerca, nos sigue con los ojitos cuando nos movemos.

Su papá le cuenta un montón de cosas y ella normalmente le mira atentamente, a veces parece que hasta se quiere reír de lo que le cuenta. Es una niña muy simpática, es adorable.

Supongo que, conforme se vayan desarrollando sus sentidos, irá interactuando más. ¡Lo estamos deseando!

Estas son mis experiencias del primer mes como “una mamá del montón” ¿Cómo fue el primer mes de vuestros bebés?