Olivia cumple hoy su décimo mes. ¡Ay, ay ay! ¡Que el año bien pisándonos los talones! Si me lo cuentan no me los creo. Además, este mes ha venido cargado de novedades, un mes cargado de energía que me ha dejado agotada. Os cuento todo a continuación
SOBRE OLIVIA
Olivia sigue siendo oficialmente rubia, cada vez con más pelo y más rizadito. Se le han empiezado a formar unas caracolillos por toda la cabeza. ¡El pelo rebelde comienza a parecer!. Cada vez que se duerme un ratito, se despierta con pelos de loca y eso mola. Cada vez estamos más cerca del momento coletitas, kikis o como queráis llamarlos. En cuento a los ojos, siguen con su tradicional forma de dibujo manga y su color de colorines, medio marrones, medio grises.
Con respecto al peso y la talla, todavía no lo sabemos con certeza, tenemos la revisión este jueves. Por mis medidas caseras rutinarias creo que medirá unos 73 cm y habrá ganado unos 300gr. Creo que estamos en la línea habitual. Actualizaré la información cuando vayamos al pediatra.
Para finalizar, hablemos de dientes, porque este mes si tenemos algo de lo que hablar con respecto a este tema. Poco después de cumplir los nueve meses uno de los dientecillos de abajo (el izquierdo) parecía que empezaba a hacer su aparición. Muy tímidamente ha ido saliendo, así que si, ¡habemus diente!. Y la cosa no acaba ahí, que este mes estamos que lo tiramos. ¡Hace cosa de una semana hizo su aparición el segundo diente inferior! Este de momento a penas se ve, pero ahí está. Desenfreno y locura “dentil”.
EL SUEÑO DE OLIVIA
Este mes también hay novedades con respecto al sueño. Ya os he dicho que este mes venía cargadito de cambios. El mes pasado ya se apreciaba una mejoría en el sueño de Olivia y este mes todo sigue mejorando poquito a poco. Sigue siendo una evolución lenta, pero aunque tiene sus noches mejores y peores, ha empezado a despertarse menos.
Aunque ha habido algunas noches, en las que hemos tenido que levantarnos y cogerla en brazos para volver a dormirla, han sido las menos, y desde hace una semana no lo hemos tenido que hacer. O chupete, o teta es suficiente.
A ver, tampoco hay que venirse muy arriba, que no es que Olivia duerma como un tronco, que sus 4 o 5 despertares por noche no se los quita nadie, pero comparándolo con despertarse cada hora, pues no está tan mal. Por lo menos ahora, casi todas las noches, tiene ratos que aguanta 3 o 4 horas dormida, algo que hace un par de meses era absolutamente impensable. No quiero echar las campanas al vuelo pero parece que el tema va mejor. Eso sí, seguimos durmiéndola en brazos, tumbada en la cama es imposible, o se enfada y llora o se pone a gatear. Así que aunque sea ir a lo fácil, de momento ganamos en salud haciéndolo como lo hacemos.
Lo que nos está costando un poco es el tema siestas. Seguimos con dos diarias pero a Olivia cada vez le cuesta más hacerlas. Esta tan “on fire”que no quiere dormir, solo quiere jugar y andar. Puede estar jugando con una mano y frotándose los ojos como si no hubiese un mañana, que si la intento dormir pasa olímpicamente del tema e intenta bajarse al suelo. Es una situación realmente agotadora porque el sueño lo tiene pero no quiere dormirse y luchar con ella es muyyyyy cansado. A veces tengo que usar la teta, y ahora hay días que se queda dormida en brazos en horizontal, algo que no le gustaba desde hacía meses. ¡Cómo cambian las cosas! Eso sí, cuando se relaja se queda megafrita. Es una lucha agotadora pero necesaria porque si no nos cargamos las rutinas y #hastaluegomaricarmen.
EL LLANTO DE OLIVIA
Olivia pocas veces llora y la mitad de ellas últimamente ni eso, más bien hace que llora. Más que un lloro es un medio gruñido, medio lloriqueo fingido. Lo hace sobre todo cuando quiere jugar con algo y no le dejamos, sea por ejemplo el mando de la tele. También lo hace cuando no quiere comer o sentarse en su trona. Eso si, tan pronto viene, se va. Es de enfado leve.
Cuando si llora es en el coche. Vamos de mal en peor. Cada vez que se sube hay lloro fijo. Puede tardar más o menos pero que acabará llorando es una realidad. Cuando voy con ella detrás, puede que consiga entretenerla lo suficiente como para que aguante. Si voy sola con ella es horrible porque oírla llorar como una loca es angustioso y preocupante. Intento que su llanto no me distraiga porque, al fin y al cabo, voy conduciendo, pero me afecta y más de una vez he tenido que parar. Últimamente de dejado de hacerlo, porque las veces que he parado no ha servido de nada, ha seguido llorando igual y he perdido un tiempo maravilloso para seguir avanzando hacia nuestro destino. Espero que este tema vaya mejorando porque si no la que nos espera puede ser “telita”.
SU ALIMENTACIÓN
Pues sí, también hemos tenido cambios en su alimentación. Hemos probado nuevos alimentos como la berenjena y la coliflor. Además hemos introducido el pescado sin ningún problema. Se lo toma exactamente igual que cuando lo hacemos con pavo, pollo o ternera.
Además, después de mucho meditar, hemos introducido lácteos. De manera muy puntual y sin tenerlo demasiado interiorizado, pero lo hemos hecho. Al final hemos decidido darle yogur natural desnatado 0,0% y se lo toma de maravilla. A ella le encanta.
Olivia cada día es más independiente y eso también se nota a la hora de comer. Últimamente prefiere comer cachitos y el tema purés no le gusta tanto. Se los come, porque siempre ha sido de buen comer, pero le cuesta más que antes. Normalmente siempre tiene que tener algo en la mano que va mordiendo mientras yo le doy de comer. No se si es por los dientes o simplemente porque le gusta, pero sea un trozo de pan u otra cuchara lo que mordisquea , siempre nos ayuda a la hora de comer.
El pavo, el pan y cualquier verdura en cachitos, la va cogiendo con toda su delicadeza y se la va comiendo. A veces lo coge con el puño y directamente a la boca como buenamente puede y otras, los coge con una mano y con los dos deditos de la otra mano, a modo de pinza, va cogiendo cachitos pequeños y metiéndoselos a la boca. Más apañada no puede ser.
Con respecto a las frutas, hemos evolucionado un montón y se las come muchísimo mejor. El plátano es una de sus favoritas y además es fácil de comer. Ella lo coge entero y poco a poco lo va mordisqueando. También le gusta la manzana o la pera, pero al ser más duras, le cuesta comérselas.
Aunque a veces me desespero, cuando no quiere comer sus purés de verdura, tengo que reconocer que no me puedo quejar. Olivia come bien y cuando se resiste un poco, le pongo los dibujos y listo. Sí, es una de esas cosas que me prometí que nunca haría, pero lo hago.
¡COSAS QUE LE GUSTAN (Y LAS QUÉ NO)
Sigue siendo un torbellino, y ahora que cada vez “anda” mejor, no quiere parar. Si por ella fuese se tiraría el día entero jugando y “correteando”. Este mes ha sido muy agotador, pero es sin duda, por una buena causa.
Además, le encanta decir “hola”. Mueve los bracitos saludando, aunque lo hace con tanta energía que más que un saludo parece que diga “¡qué te doy!”. Ella y su energía inagotable que le sale por los cuatro costados.
Por lo demás, todo como siempre, encantada de sonreír, de mirar y cotillear, todo muy ella.
Seguimos con el problema del pañal. No quiere ponerse boca arriba y eso complica muchísimo la cosa. A veces la engaño con algún juguete, pero en cuanto se da cuenta de que le estoy poniendo el pañal se intenta girar. ¿Esto va a ser así siempre? ¡No, por favor!.
SU RELACIÓN CON EL MUNDO
Por último, su relación con el mundo. Este mes ha sido de locura. No sé cuándo tardará en terminar de andar, pero ya se maneja fenomenal. Se pone de pie enganchada a cualquier cosa, y en un abrir y cerrar de ojos está caminando. Ya ha empezado a pasar de unos muebles a otros. Se agarra al mueble de la televisión, de ahí a la trona, al sofá, a la mesita… un no parar. Tenemos un problema y es que la tele está muy a mano, así que cuando se coge del mueble, va directa a tocar la pantalla. Algo vamos a tener que hacer porque por más que la digamos que no, ella nos mira, se ríe y sigue a lo suyo. Me da miedo que acabe cayéndosele encima, no sería la primera de la familia que lo hace.
Su forma de hablar también ha evolucionado. Ha empezado a vocalizar palabras inventadas con su lengua de trapo. Habla mucho cuando está a su rollo, aunque también nos cuanta cosas a nosotros. Además sigue con su “papapapapa”, y desde hace unos días también dice “mamamama”¡por fin!. No es un “mamá”, pero algo es algo. A veces intenta repetir lo que le decimos, y acaba por decir algo no muy parecido, pero con una entonación similar. ¡Me parto de la risa!.
Su técnica de aplaudir ha mejorado mucho. Antes solo aplaudía si tenía algo en la mano. Ahora lo hace con las manos libres pero cuando ella quiere. No lo hace por imitación. Puede que a veces nos siga el rollo, pero normalmente es de repente, cuando se acuerda de que sabe hacerlo. A veces cuando escucha a alguien decir “¡Bieeeen!”
También ha evolucionado con el tema “hola” y “adiós”. Le encanta mover la manita y sobre todo cuando es su padre quien le saluda. Le gusta saludar por la calle a la gente va paseando. Modo sociable “súper ON”. Mira que nosotros somos un poco “rancios” y va la niña y nos sale ultra simpática y sociable, porque otra cosa que le encanta son los niños y los perros. Le llaman mucho la atención y en cuanto ve un niño allá que va. Normalmente son niños más mayores que pasan un poco de ella, pero le da igual. Va y les agarra de la ropa o les toca la cara, algunos se dejan y otros no. Los perros también le alucinan y no les tienen ni pizca de miedo, es un poco temeraria. Le da igual que sea un perrito pequeño o uno enorme que ella les toca y se ríe.
Parece que la mamitis va pasando y ya no quiere tanto “solo conmigo”, aun así siempre tiene sus momentos de bracitos de mamá y con nadie más, que como os contaba en el post sobre la mamitis, entiendo que es algo totalmente lógico y normal.
Como veis, un mes agotador, cargado de cambios. El año se nos acerca y yo echo a temblar ¿cómo puede pasar tan rápido?. Puede que te lo digan una y mil veces, pero cuando lo vives entiendes que es tal cual, el tiempo pasa volando.