Olivia cumple hoy 16 meses y creo que es un buen momento para hacer un resumen de sus avances en los últimos cuatro meses. Desde que cumplió su primer añito no solo ha crecido (ya mide 79 cm y pesa cerca de los 10 kilos y medio) sino que también ha aprendido muchas cosas nuevas, cada vez es menos bebé y más niña.

Pasito a pasito

Como os comenté en el post sobre sus primeros pasos, Olivia comenzó a andar un día después de cumplir los 14 meses y desde ese momento no ha parado. En estos dos últimos meses ha mejorado su técnica consiguiendo mejor equilibrio y mayor seguridad. Cada vez va más deprisa, aunque sigue cayéndose de vez en cuando. Se viene arriba, se acelera y al suelo. Las dos primeras veces que esto pasó lloró, más por el susto que por otra cosa. Una vez interiorizadas esas caídas como parte de su aprendizaje, cada vez que se cae, se vuelve a levantar y listo (a no ser que se haga daño de verdad, obviamente). Además es capaz de subir y bajar pequeños escaloncitos (tienen que ser muy pequeños y sin duda, le resulta infinitamente más fácil subirlos que bajarlos).

Bebé incansable

Olivia no para, tiene cuerda para rato, se tira todo el día andando de un lado para otro, cogiendo cosas y poniéndolas en otros sitios. Tiene un juego de dominó con diferentes dibujos y le encanta coger una a una cada ficha e ir trayéndolas para después volver a llevarlas a su punto de partida. Cualquier excusa es buena para no parar. Ahora que se siente más segura andando, ha comenzado a trepar. Sube escaleras medio andando, medio gateando, se monta encima de mesas, sillas o cajas. En cuanto me despisto, es muy probable encontrármela subida en algo cual cabra montesa. Esta parte me da un poco de miedo, sobre todo porque subir sabe, pero bajar no. Me da que el día que se caiga se va a dar un golpe de los buenos.

Comunicación

Olivia empieza a entender muchas cosas, otras de momento no y el resto sencillamente, no las quiere entender. Porque digo yo que si es capaz de entender cosas como “Olivia, mi amor, quita el tapón”, qué es algo que le digo cuando hemos terminado con el baño diario, para que quite el tapón de la bañera y que hace instantáneamente y súper emocionada, será capaz de entender un NO rotundo cuando por ejemplo, pone las manos en la televisión. Pues esta segunda parte no le da la gana, ella sigue haciéndolo. Estoy empezando a plantearme decírselo en chino, a ver si así es más efectivo.

Hay muchas cosas que ya entiende y día a día aprende otras nuevas, ese aprendizaje en esto meses es brutal. A veces me quedo alucinada con cosas que no sabía que comprendía y de repente resulta que entiende perfectamente. Como os decía entiende frases sencillas como: “Quita el tapón”, “Dame un abrazo” (los besos le cuesta más, los lanza al aire, pero darlos en la cara de momento 2 veces contadas), “ahora hazlo tú” (y a veces repite lo que has hecho), “dame esto o tráeme aquello” (previa señalización), ¿me ayudas a recoger el lavavajillas?… y como esas alguna que otra cosa más.

Además sabe hacer asociaciones lenguaje-gestuales. Es decir, mueve la mano cuando le dices adiós, saca un dedito cuando le preguntas cuántos años tiene, hace los cinco lobitos cuando le cantas la canción, resopla por la nariz y se echa la mano cuando le dices “suénate los mocos” o mueve las manitas si le dices que está guapa.

Algo que me llama la atención es como identifica la entonación de las palabras. Todos los días (o casi todos) hablamos con mi madre por Facetime y cuando me estoy despidiendo y le digo por ejemplo: “Bueno mamá, pues ya mañana hablamos”, debo poner una entonación muy característica que ella asocia con que me estoy despidiendo y automáticamente dice adiós, aunque no hayamos dicho la palabra como tal. Son cosas que me dejan alucinada.

Poco a poco vamos evolucionando también con el lenguaje. Es bastante parlanchina y hace muchos soniditos continuamente (cuándo hace que habla por teléfono echa unas charletas increíbles). Hay algunas palabras que las dice claramente como mamá, papá, leche o más, y contesta “guapa” cuando le preguntas “¿cómo es Olivia?”.

Efectivamente, como estáis viendo, se me cae la baba con ella.

Algo que tenemos que es importante que le enseñemos es el “si”. Debe ser que ese gesto lo hacemos poco en esta casa, porque ella siempre dice “no” con la cabeza sea cual sea la pregunta o la situación. Sin duda el “si” es nuestra tarea pendiente.

Gestualidad

Olivia es muy bailonga y en seguida se pone a mover el cuerpo de un lado para otro y a subir y bajar las manos. No sé de donde lo ha sacado pero es muy graciosa. Además es muy expresiva y hace muchos gestos con la cara, creo que en eso se parece un poco a mí.

Ahora le ha dado por meterse el dedo en la nariz. Parece ser que se ha descubierto los agujeros y de vez en cuando le da por inspeccionarlos. Sin comentarios.

Gestionando sentimientos

Seguramente sea una de las cosas más difíciles de aprender y también de enseñar. En estos últimos meses ha aparecido la frustración y el enfado. Su manera de transmitirlo, como os contaba en el post anterior,  ha sido sacando la mano de paseo. La primera vez que Olivia me pegó flipé. ¿Qué había pasado con mi bebé amoroso?

Tengo claro que no es una manera de querer hacer “daño” porque le pasa con diferentes emociones. No solo pega cuando se enfada o frustra, también lo hace cuando se emociona o se pone muy contenta por algo. Llevamos un par de meses gestionando este tema y hemos conseguido mucha evolución. Al principio pegaba a la mínima, ahora solo lo hace en picos de frustración o emoción muy altos. Poco a poco vamos corrigiendo e intentando enseñarla que eso no nos gusta, que pegar nos pone tristes, y que si pega, a mamá se le quitan las ganas de jugar. Es sin duda un tema que da para mucho y que trataré en un post futuro.

Independientemente de eso, su sonrisa sigue siendo su seña de identidad y cuando está contenta o algo le gusta o hace gracia lo hace saber con una gran sonrisa y aplausos incluidos si es necesario. Es una niña cariñosa, que da abrazos y a la que le gusta recibirlos. Le gusta dormirse abrazada y bien pegadita, sentir que mamá y papá están con ella. Amor puro.

Entretenimiento y sociabilización

Estos últimos meses Olivia se ha vuelto mucho más independiente. Ahora es capaz de entretenerse ella sola jugando durante un ratito, algo impensable hace no tanto tiempo. Además su capacidad de socialización va en aumento. Siempre le ha gustado acercarse a otros niños, pero ahora que es ella la que puede ir andando donde quiera, se sociabiliza aún más. Se sienta donde están los otros niños, o va andando detrás de ellos. Cierto es que es muy pequeña todavía y en la mayoría de los casos el resto de niños pasan bastante de ella, pero a mi señorita eso le da igual.

Con los adultos pasa parecido, siempre tiene una sonrisa para todo el mundo, menos para los hombres que llevan barba, ellos no le gustan demasiado. A parte de eso, no tiene demasiado problema en irse con otras personas, y eso aunque sé que no está mal, no termina de hacerme gracia del todo.

Sueño y alimentación

Desde que dejamos la lactancia materna en torno a los 13 meses, el sueño de Olivia ha mejorado algo, pero todavía estamos lejos de las noches del tirón a pierna suelta. Duerme mejor, pero no bien. Ya llegarán (o eso espero).

Con respecto a la alimentación, vamos por el buen camino. Olivia sigue comiendo genial, le gusta probar de todo y no pone pegas a casi nada. Unos días más, otros menos, pero siempre come bien. Le encantan los sabores nuevos y comer de lo mismo que comemos nosotros. Algunas noches que cenamos juntos, si le ponemos algo diferente, no lo quiere, y pide que le demos de lo nuestro, así que ya hace un tiempo que en casa no se hace comida para unos u otros, sino que todos comemos lo mismo (a excepción de los días que cena ella sola), y ella encantada de la vida. Le da igual comerse unas alubias rojas, unas lentejas con chorizo, pasta rellena o salmorejo, como os decía, todo le gusta.

Una de las cosas que al principio le costó fue la leche. Cuando hicimos el destete y se lo sustituimos por leche de vaca entera, la idea no le gustó demasiado, pero en cuestión de una semana ya se había adaptado. Normalmente el agua lo bebé en su vaso para bebés, pero la leche la bebé en vaso normal. Lo hicimos así desde el principio y nos ha ido muy bien. ¡Le encanta beber en vaso! Muchas veces intenta cogerlo ella pero de momento no controla y aunque intento llegar a tiempo para ayudarla, las veces que me he despistado se ha mojado enterita. Poco a poco.

Los cubiertos de momento no los usa demasiado, a veces intenta comer con su cuchara o con su tenedor, pero viendo que se le cae más de lo que llega a la boca acaba cogiendo la comida con la mano. Otras veces directamente, pasa de ellos. El yogur es otra historia, y últimamente quiere ser ella la que con la cuchara quiere comérselo solita y si soy yo la que se lo doy, no lo quiere.

Se me olvidan cosas, estoy segura, pero creo que lo importante está. Un montón de cambios con los que estamos súper contentos y que hacen de Olivia una bebé menos bebé y más niña. Estamos deseando seguir viéndola crecer y aprender junto a ella todo lo que nos quedan por descubrir.

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