Cuando te sumerges en el mundo de la infertilidad descubres un montón de términos y conceptos que ni siquiera pensabas que podían existir. Hay tantas circunstancias que pueden convertirnos en infértiles que muchas veces me sorprende que seamos capaces de reproducirnos. Hoy quiero daros a conocer tres términos muy relacionados con la infertilidad y que siempre salen a relucir en un momento u otro de un proceso de reproducción asistida: Semiograma, Antimulleriana e Histerosalpingografía.
Aclarar como siempre, que yo no soy profesional del sector sanitario y que, aunque toda la información que ofrezco está contrastada, cualquier duda debe ser consultada con un profesional. Dicho esto, vamos a ver en que consiste cada uno de los términos mencionados.
Semiograma
Es seguramente uno de los términos más conocidos y una de las pocas pruebas que tienen que “sufrir” los hombres, y es que queramos o no, la mayoría de pruebas de infertilidad se realizan en la mujer. Al fin y al cabo somos las que nos embarazamos y las que tenemos que cumplir mayor número de requisitos para lograrlo.
Un semiograma es básicamente el análisis de una muestra de semen. De esta manera se consigue información tanto de la calidad como de la cantidad de los espermatozoides de cada individuo. Se analizan diferentes factores determinantes para diagnosticar esa infertilidad como la morfología, la concentración, la movilidad, volumen o el color. En función de los resultados del semiograma se determinara la capacidad de fecundación y por tanto si es necesario recurrir a un tratamiento de reproducción asistida o no y en caso afirmativo cual de los tratamientos es más recomendable para cada caso.
Antimulleriana
Este concepto hace referencia a una hormona, la hormona antimulleriana o AMH. Aunque se encuentra tanto en hombres como en mujeres, es de su análisis en nosotras de donde se saca una información interesante para descubrir una posible causa de infertilidad.
La hormona antimulleriana nos informa sobre nuestra reserva ovárica. Es decir, en función del valor que obtengamos sabremos la cantidad y calidad de los óvulos que “tenemos disponibles”.
Muchas veces, damos por hecho que el ser jóvenes nos asegura una fertilidad impertérrita, pero eso a veces no es así. Se dan muchos casos de mujeres que rondan la treintena que tienen la reserva ovárica de una señora de 45 años y se encuentran de repente en una circunstancia que jamás se hubiesen imaginado.
La hormona antimulleriana se mide con un análisis de sangre, así que os animo a que se lo comentéis a vuestro ginecólogo y os cercioréis de que vuestra reserva ovárica es estupenda y maravillosa.
Histerosalpingografía
Es, seguramente, el término más desconocido y su nombre, histerosalpingografía, nos da muy pocas pistas sobre de que puede tratarse. ¿Os habéis planteado alguna vez si el motivo por el que no conseguís un embarazo es la obstrucción de tus trompas?
Si las trompas están obstruidas es imposible que se realice el proceso de fecundación y por tanto no hay embarazo. La histerosalpingografía es la prueba que nos informa sobre la permeabilidad de nuestras trompas. En caso de tener las trompas obstruidas, puede realizarse una cirugía laparoscópica con unas altas probabilidades de éxito o acudir a la reproducción asistida y realizar una FIV (Fecundación invitro).
En nuestro caso, solo hicimos dos de las tres pruebas. Sergio se hizo un seminograma con unos resultados estupendos y yo descubrí que mi antimulleriana estaba en unos valores correctos para mi edad.
Aun habiendo comenzado nuestro tratamiento de fertilidad por varias inseminaciones artificiales, decidimos que no la histerosalpingografía. Nuestros médicos nos comentaron que era una prueba bastante dolorosa y que además acarreaba ciertos riesgos, así que asumimos hacer esas IAs sin saber si mis trompas eran permeables o no, aún a riesgo de estar tirando nuestro dinero. Como os he comentado en otros posts, una de esas inseminaciones funcionó y aunque termino en aborto bioquímico, supimos que al menos una de mis trompas si era permeable. Hay que pensar siempre en positivo.
¿Habíais oído hablar de estas pruebas? ¿Os habéis hecho alguna?