Olivia, las cosas van a cambiar mucho. Te hablo de tu hermana todos los días, sobre todo cuando nos damos nuestro bañito diario y juegas a enjabonarme y mojarme la tripa. Sabes que el bebé está ahí dentro y sabes cómo se llama, “Pema” o “Pelma”, depende del esfuerzo que haga tu lengua de trapo.
Hace unos días viste como la tripa se movía y te quedaste con cara de ¿qué ha sido eso?. Yo te expliqué que era el bebé, pero aún con todo, estoy casi segura de que no eres consciente de lo que está por venir. Creo que ni siquiera nosotros somos realmente conscientes de lo que nos viene encima.
Estoy segura de que te estamos haciendo un regalo maravilloso, un regalo de por vida. Un regalo para ti, y tú, su regalo para ella. Alguien con quien compartir experiencias, jugar, crecer y evolucionar.
La llegada de Telma solo me trae pensamientos positivos, pero también sé que va a ser difícil. Difícil para nosotros, pero sobre todo difícil para ti. Tú siempre serás quien nos enseñó a ser papás y quién consiguió ese ansiado deseo. Ten claro que te queremos por encima de todas las cosas, pero cuando llegue Telma, también va a necesitarnos, y no vamos a poder estar al 100% tal y como estamos ahora.
Ten un poco de paciencia con nosotros, también tenemos que aprender y acostumbrarnos al cambio. Ten claro, que vamos a hacerlo de la mejor manera que sepamos o podamos y que te vamos a seguir comiendo a besos y abrazos cada día, pero cuando llegue Telma tendrás que compartirlos un poquito. Pero no pierdas tu sonrisa, por favor, quiero seguir viéndola cada día.
Sé que eres muy pequeña, para entender todo esto que te digo, pero ya lo entenderás, estoy segura. Va a haber muchas situaciones que nos vas a comprender, que te van a enfadar, a frustrar, y me duele pensar que lo más seguro es que vaya a ser por nuestra culpa. Pero quiero pensar, que algún día nos lo agradecerás. Agradecerás tener una hermana con la que te vas a llevar poco más de 2 años y con la que compartir secretos y aventuras.
Perdón Olivia, por las cosas que no sepamos hacer, por no saber entenderte o comprenderte en según qué momentos. Perdón.
Sin embargo, recuerda siempre, siempre, que te queremos muchísimo.