A veces pienso que soy un poco antisocial, un poco rara, pero tengo que confesar que bajar al parque con Olivia me agobia. Hay varios factores que alimentan ese agobio, pero podría resumirlos en dos: el resto de niños y sus padres.

Es algo que se que tenemos que hacer, porque a ella le encanta, le viene bien relacionarse y además le ayuda a consumir baterías para que cuando llegue la hora de dormir no esté como una moto. Es comentar “vamos a dar un paseíto” o “vamos al parque” y ella automáticamente se va para la puerta de casa y me mira como diciendo “venga, ¿a qué esperas?”. Ella es callejera total y a mí me entran los siete males de pensar en algunas situaciones.

A mi favor he de decir que no soy la única a la que ciertas situaciones le exasperan, he compartido esta inquietud con algunas personas y están bastante de acuerdo con mi visión.

Pero vayamos al grano, ¿qué es lo que me molesta?, ¿por qué me da tanta pereza?.

El resto de niños

No puedo evitarlo, y sé que como madre quizá mi visión debería ser otra, pero hay niños a los que no soporto. No hablo de cosas propias de niños, hablo de falta de educación y carencia de empatía. Hablo de niños con bicis a toda velocidad en zonas destinadas o llenas de niños pequeños. Hablo de niños que se “llevan por delante” a otros (literalmente) sin mirar atrás sin la más mínima impunidad.

Y lo peor no es la actitud de esos niños, lo peor es la actitud de sus padres y la educación que están recibiendo de ellos. Realmente me preocupa que mientras esto ocurre, ciertos padres cotorreen entre ellos en bancos o se evadan del mundo ensimismados con las pantallas de sus móviles, sin darse ni cuenta de lo que está pasando o peor, dándose cuenta y haciendo caso omiso. Porque evidentemente, la culpa de ciertas situaciones no las tienen los niños, sino sus padres.

¿Qué quieres que tu hijo haga deporte o salga con la bici? Pues deja de mirar el móvil, coge la bici y llévatelo de paseo. Seguro que los dos aprendéis mucho y os enriquecéis mutuamente.

Y si, he vivido situaciones desagradables en el parque relacionadas con este tema. Cuando Olivia apenas comenzaba a andar, dos niñas de unos 8 o 10 años corrían cogiendo cada una de ellas el extremo de una cuerda. Esa cuerda se llevó a Olivia por delante y ella cayó de espaldas con el golpetazo correspondiente.  Ellas ni se pararon a pesar de los lloros de Olivia y las madres o padres ni siquiera sé donde andaban.

Pero eso es algo puntual, no es ese el origen de este post, son circunstancias que se repiten todos los días tal y como las que he descrito y que me sacan de quicio.

Los padres

Si, esta es la segunda parte que genera y alimenta esa agobio y pereza hacia el parque. No solo por las anteriormente circunstancias descritas, sino también por la obligatoriedad social que generan ciertas circunstancias.

Me explico. No quiero sentirme obligada a establecer conversaciones o relaciones con otros padres simplemente porque tengamos hijos. Muchas veces veo grupos en los que tengo la sensación de que los padres no llevan a sus hijos al parque, sino que son ellos los que van al parque para ver a otros padres y ya de paso, se llevan a sus hijos.

Yo bajo al parque para estar con Olivia, para dejarla que juegue mientras la observo, a veces desde cerca, a veces en la lejanía, o para jugar juntas. No quiero verme obligada a establecer conversaciones superfluas mientras mi hija me tira continuadamente del pantalón al ritmo de “mamá, mamá, mamá”, y yo la ignoro porque estoy hablando con otros padres sobre el menú de la escuela infantil o algo similar.

Me dan pereza infinita esas situaciones. Y que conste que sí, que hablo con otras madres en el parque, no soy asocial, y hay alguna de ellas con las que me gusta coincidir, pero no siento que tenga la obligación de “quedar todos los días” ni nada parecido. Esa obligatoriedad, esas “cuchipandis” son lo que me dan pereza infinita.

No sé si me he explicado con claridad y si el mensaje ha llegado tal y como pretendía, pero necesitaba hablar sobre este tema, con el que se que muchas estáis de acuerdo, y quizá otras no tanto. Este es sin duda uno de esos post que Sergio, el papá de Olivia, dice que suena demasiado radical, y si, seguramente lo sea pero hay veces que o sueltas lo que llevas dentro o te explota. Esta es mi manera personal de quedarme a gustito.

¿Cómo lleváis vosotras el “ir al parque con vuestros hijos”?, ¿Habéis tenido alguna vez esa sensación de pereza?

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