No sé si soy la persona más indicada para dar consejos a una embarazada porque yo, como ya os he contado en alguna ocasión, fui una horrible. No sé si me hubiese ayudado en algo haber leído una lista de consejos como esta, lo más probable es que no, seguramente mis hormonas y mi mente hubiesen sido mucho más fuertes que 200 listas y 50.000 consejos, pero eso nunca lo sabré.

Yo viví los dos primeros trimestres totalmente acojonada, llena de miedos infundados. Porque si, visto desde la lejanía, lo que yo me monté en mi mente era una peli de terror cuando lo que realmente estaba viviendo era una de Disney.

¡Menos mal que llegó el tercer trimestre y mi mente hizo click!. Comencé a disfrutar de mi embarazo casi al final. Estaba positiva, segura de que todo iba a salir bien y mi cuerpo me acompañaba. Sin dolores, durmiendo de maravilla y ágil como una gacela (más o menos).

Así que como os decía, quiero compartir esos 6 tips que me hubiese gustado escuchar para disfrutar de mi embrazo mucho más de lo que lo hice.

  1. Todo va a salir bien. Nadie puede asegurártelo al 100%, pero lo más probable es que así sea. Vienen niños al mundo todos los días, a todas horas y la gran mayoría de las veces todo sale bien. Yo me resguardé mucho en la parte negativa, en esa probabilidad de que las cosas no fuesen como debían ir, pero ¿por qué?. ¡Qué malo es el miedo y la incertidumbre!. Yo quería tenerlo todo atado, pero en estas circunstancias, en un embarazo, eso no es posible, no podemos controlarlo todo y debemos asumirlo. Si nos dicen que todo va bien, es que va bien y punto. No le demos a las cosas más vueltas de las que tienen.
  2. Piensa en positivo y disfruta. No sabemos si repetiremos embarazo o si será una vez en la vida así que ¡exprímelo al máximo!. Es como cuando te pegas un súper viaje. Sea a Tailandia, a Nueva York o al Polo Sur, procuras disfrutar lo más grande y quieres vivir a tope cada instante. Pues con un embarazo deberíamos hacer igual ¿acaso se te ocurre una aventura mejor?. A mi no. Lo dicho, piensa en positivo, que los miedos no te puedan. Y disfruta, disfruta de cada momento y almacena recuerdos: el primer latido, la primera ecografía o la primera patada. A veces es difícil porque te duele la espalda, tienes ganas de vomitar o tienes los pies tan hinchados como un elefante, pero te aseguro que todo eso también lo recordarás con cariño. ¿Quién me iba a decir que recordaría con todo mi amor echar el desayuno en mitad de la A-3 o ponerme de parto en plena hora punta madrileña?. Todos son recuerdos, a toro pasado, dignos de guardar.
  3. Llora, habla, pide y quéjate. Las hormonas están a flor de piel y seguramente a veces no te soportes ni tú, pero tu familia, tu pareja o tus amigos están ahí para aguantarte. No te cayes, comparte tus miedos, tus preocupaciones o tus ilusiones. No debemos guardarnos ni lo bueno ni lo malo, que luego la bola se hace muy grande y se nos atraganta. Y llora aunque no sepas porque, y ríe y aprovéchate, que solo embarazada te ceden el asiento en el autobús o te deja pasar en la cola del supermercado. Échale morro, ¿quién le dice que no a una embarazada?, ¿un masaje? ¿tienes un antojo? ¡pide por esa boquita!. Porque cuando des a luz se te acabo el chollo. En el minuto uno, pasas a un segundo plano, ya no hay cuidados para ti, todos son para tu bebé (que es normal), pero echarás en falta un poquito de atención. Recuérdalo y ya me contarás.
  4. Cada cual con sus experiencias. Durante el embarazo escucharás toda clase de historias de familiares y amigos. Algunas serán propias y otras la de la hija de una vecina de la abuela de “La pepita”. No hagas demasiado caso a ninguna de ellas. Muchas mujeres tienen, por ejemplo,  pánico al parto o piensan que va a ser dolorosísimo porque no han parado de escucharlo durante todo su embarazo de boca de todo el mundo. Está genial recopilar experiencias, pero las circunstancias del parto de tu abuela no fueron ni parecidas a como serán las tuyas. Así que lo dicho, escuchar esta bien, pero por mucho que escuches tu experiencia será totalmente diferente a todo lo que te cuenten.
  5. Hazte fotos. Si, aunque te veas gorda o fea. No lo estás. Estas embarazada y estás preciosa. Así que hazte fotos, muchas fotos o después desearás haberlas hecho. Casi todas mis fotos son del último trimestre, cuando yo me encontraba bien, pero del resto del embarazo a penas tengo fotos. E igual pensáis: “bueno, quizá no eres mucho de hacerlas”. Pues no, este no es el caso, yo soy muy, muy, muy cansina de toda la vida con el tema fotos. Y me arrepiento. Si, me arrepiento de haber sido tan tonta y no tener tropecientas mil imágenes de cada momento de mi embarazo, pero no se puede volver atrás así que me tengo que conformar con las que tengo. ¡Qué no te pase lo mismo!.
  6. Y por último: El Dr. Google no existe. ¿Qué no te encuentras bien?, ve al médico. ¿Qué te duele algo? Consúltalo con tu ginecólogo. ¿Qué tienes dudas? Pregunta a un especialista. No tengas miedo de ser demasiado pesada, si tienes que acudir a tu ginecólogo cada 2×3 pues vas y punto. Es mejor quedarnos tranquilas y que cualquier profesional resuelva lo que sea que nos preocupa, que volvernos locas y que la ansiedad nos reconcoma por dentro. Total, ¿no os ha tocado lidiar en vuestro trabajo con algún cliente un poquito pesado o cansino hasta decir basta?. Pues por una vez (o dos, o tres) que seamos nosotras las “insistentes” no va a pasar nada. Además es por la mejor de las causas. Lo dicho, que Google está bien para informarse, para leer otras experiencias, pero no es un médico. No lo es. La mayoría de las veces google solo alimenta miedos y crea problemas que no existen, no lo sobrevaloremos.

Seguro que podría seguir con una larga de tips, consejos o recomendaciones, cada cual que lo llame como quiera, pero creo que estos 6 son los que a mi me hubiese venido muy bien escuchar. Seguramente hubiese hecho falta que me los gritasen o me los contasen megáfono en mano, quizá la hipnosis hubiese sido una buena opción, porque lo mío fue muy fuerte, mi paranoia mental no conocía límites y no se si la palabra es arrepentirse, pero si volviese atrás seguramente haría las cosas de otra manera. Quizá la solución sea repetir experiencia y así poder aplicarme mis propios tips, ¿no?.

¿Os han parecido útiles mis consejos para embarazadas?¿Os gustaría haber escuchado algo así durante vuestros embarazos?¿Qué tío ñ diríais vosotras?

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