No era algo que tuviese en mente hacer, fue algo que llegó por sorpresa y que me alegra mucho haber hecho.

En principio, mi intención era no hacerme fotos profesionales durante mi embarazo, con las que me iba haciendo yo en casa en esos días en los que me veía menos mal, menos hinchada o en los que me había puesto un poco mona, pensaba que tenía suficiente.

Hacerte fotos durante el embarazo es una decisión que tiene que llegar en el momento justo en el que tu embarazo se nota lo suficiente como para que sea bonito y no parezca una barriguilla cervecera o un “he comido demasiado”, pero en el que todavía te sientes lo suficientemente bien como para mostrarte de esa manera. Y digo mostrarte porque al fin y al cabo en la mayoría de sesión de fotos de embarazadas la ropa escasea, y no lo digo como algo negativo, todo lo contrario. Me parece bonito mostrar las formas de una mujer, la figura de ese cuerpo cambiante que se prepara para dar vida, esa barriga que aloja un nuevo ser.

Por supuesto que la labor de transmitir esa belleza, esa intimidad, esa naturalidad, depende en gran medida del profesional que haga la sesión de fotos, porque la piel, al fin y al cabo, se puede mostrar y fotografiar desde muchos puntos de vista, y puede ser tan bonito o tan hortera como gusto tenga quién se ponga detrás de la cámara.

Yo me hice mis fotos en la semana 31. Quizá hubiese sido un pelín pronto en otras circunstancias, pero para esa semana yo ya tenía una barriga bastante notable y más que suficiente para hacer una sesión de embarazo.

MIS ELEGIDAS

Como os he comentado, fue un poco por casualidad, las chicas de “Alivve”, tienen una amplia experiencia en el sector de la fotografía. Una de sus especialidades es la fotografía de embarazo, maternidad y bebés. Un buen día se pusieron en contacto conmigo para hacer una sesión de embarazo y me pillaron más de que sí que de que no, así que ahí estaba yo, unos días más tarde en ropa interior y con mi cazadora de cuero intentando hacer de modelo por un día.

La experiencia fue inmejorable, pasamos un rato muy divertido y de allí salieron una fotos muy bonitas, muy de mi rollo, con una mezcla de Maternidad y Rock & Roll que me encantó, sin duda un recuerdo maravilloso para “una mamá del montón”.

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